Jamaica se ha convertido en un destino privilegiado para la inversión bajo el liderazgo del Primer Ministro Andrew Holness. El país ha fomentado un entorno favorable a las empresas, y las recientes reformas legislativas sugieren que las condiciones para los inversores seguirán mejorando. Una de las principales novedades es la aprobación por el Senado de la nueva Ley de Contratación Pública, que pretende aumentar la eficacia del proceso de licitación. Al agilizar los proyectos de infraestructuras, esta ley está llamada a estimular la actividad comercial y acelerar el desarrollo nacional.
Además, Jamaica está revisando la Ley de Garantías Mobiliarias (SIPPA) para introducir varias modificaciones cruciales. Estas propuestas incluyen la simplificación de las transacciones de activos utilizados como garantía de préstamos, la posibilidad de subastas en línea y en persona para aumentar la transparencia, y la introducción de sanciones más estrictas para los deudores que dispongan ilegalmente de bienes garantizados. Se espera que estos ajustes creen un panorama financiero más estructurado y fiable, impulsando aún más la confianza de los inversores.
En un esfuerzo por apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYME), el gobierno también ha elevado el umbral de registro del Impuesto General sobre el Consumo (IGC) de 10 a 15 millones de marcos jamaicanos. Con ello se pretende aliviar la carga fiscal de las empresas más pequeñas y fomentar el espíritu empresarial y la expansión económica.
A pesar de su tamaño relativamente pequeño, Jamaica está dando la talla. Por el contrario, Sudáfrica, antaño anunciada por su potencial, se ha ido alejando de las políticas que fomentan la inversión. La introducción de la expropiación de tierras sin compensación ha suscitado preocupación entre los inversores internacionales, que temen un escenario similar al declive económico de Zimbabue. Además, la normativa que obliga a las empresas a vender el 30% del capital de las filiales locales ha disuadido a las inversiones extranjeras, retrasando la entrada en el mercado de empresas como Starlink.
Las empresas multinacionales desempeñan un papel crucial en la transferencia de tecnología y conocimientos especializados a los países en desarrollo, y no es necesario que los ciudadanos tengan participaciones directas en la propiedad para beneficiarse. En muchas economías, las empresas privadas —a menudo controladas por grupos étnicos específicos— contribuyen significativamente al desarrollo nacional, a pesar de sus estructuras de propiedad concentrada.
En el frente diplomático, Jamaica ha adoptado un enfoque pragmático de las relaciones exteriores, favoreciendo el compromiso constructivo frente a la retórica de confrontación. Cuando los EEUU anunció restricciones de visado en para los funcionarios implicados en el Programa Médico Cubano en el Caribe, algunos líderes regionales reaccionaron con dureza. La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, por ejemplo, declaró públicamente que estaba dispuesta a que se revocara su visado. Por el contrario, la Ministra de Asuntos Exteriores de Jamaica, Kamina Johnson Smith, adoptó una postura comedida, afirmando que el país seguiría revisando el programa, mientras que el Primer Ministro Holness lo defendió frente a las acusaciones de explotación. Este tacto diplomático dio sus frutos cuando el senador de EEUU Marco Rubio indicó que Jamaica podría no verse afectada por las restricciones de visado.
Los esfuerzos de Jamaica por mejorar la seguridad también han dado resultados notables. El país ha experimentado una reducción de más del 70% en el número de bandas, gracias a una actuación policial basada en la inteligencia que ha desmantelado eficazmente las redes delictivas sin recurrir a violaciones de los derechos humanos. Reconociendo estos avances, Rubio también sugirió que EEUU podría reconsiderar su recomendación de viajar a Jamaica, lo que aumentaría aún más el atractivo del país como destino de inversión.
Aunque algunos sostienen que Mia Mottley es la principal líder del Caribe debido a su estilo asertivo, Andrew Holness ha demostrado las ventajas de la diplomacia estratégica y de unas políticas económicas sólidas. En lugar de enfrentarse a las grandes potencias, ha adoptado un enfoque más calculado, obteniendo beneficios tangibles para Jamaica. Su compromiso con las reformas impulsadas por el mercado y una gobernanza prudente están conduciendo a Jamaica hacia un futuro de crecimiento económico sostenido y competitividad global.