Cuidado con los halcones de guerra vestidos de «América primero»

Durante los últimos ocho años, los dos principales partidos políticos han estado inmersos en un realineamiento desordenado y continuo. Comenzó con la elección de Donald Trump en 2016, que supuso un importante repudio a la coalición neoconservadora-establishment que había dominado el Partido Republicano desde la presidencia de George W. Bush.

Los peligros de la guerra legal

Una cita popular de Nicolás Gómez Dávila, «Las sociedades moribundas acumulan leyes como los moribundos acumulan remedios», refleja la idea de que una sociedad sana y madura no debe preocuparse por crear constantemente nuevas leyes, recetándose a sí misma un cóctel de remedios legislativos para solucionar sus crecientes problemas. Una sociedad con demasiadas leyes es una sociedad en decadencia. Todo se discute. Hay divisiones agudas, exacerbadas por una fachada deshonesta e hipócrita de «valores compartidos» que sólo enmascaran la hostilidad cada vez más profunda.

¿Los políticos intoxicarán la libertad para siempre?

El tema oficial de la campaña presidencial de Kamala Harris es «Freedom» de Beyonce. Pero un tema más acertado sería el clásico de los Rolling Stones Under my Thumb. La vicepresidenta Harris aspira a la presidencia como la mayor defensora de la libertad de los tiempos modernos. Pero la libertad al estilo Kamala sólo desatará al gobierno, no a los ciudadanos privados.

¿Determina el Banco Central las tasas de interés?

La mayoría de los expertos coinciden en que, mediante la manipulación de las tasas de interés a corto plazo, el banco central también puede determinar la dirección de las tasas de interés a largo plazo. Algunas ideas populares afirman que las tasas de interés a largo plazo son la media de las tasas de interés a corto plazo actuales y previstos. Por lo tanto, parecería que el banco central es la clave en la determinación de las tasas de interés. Pero, ¿es esto válido?

Ignora al nuevo grupo demográfico de poder bajo tu propio riesgo: los jóvenes votantes masculinos

Los gritos de «¡Trump es Hitler!» y los intentos de asesinato han dominado la cobertura de las próximas elecciones presidenciales. Esto priva de atención a un tema intrigante. Un artículo del New York Times del 24 de agosto de la columnista cultural Claire Cain Miller plantea la cuestión: «En cierto modo, estas elecciones presidenciales se han convertido en un referéndum sobre los roles de género». Las diferencias de voto entre hombres y mujeres no son nuevas.