Aeon J. Skoble escribió que Nozick creía erróneamente que sin al menos un Estado mínimo, tendríamos algo salido de las pesadillas de Hobbes. David Gordon echa otro vistazo.
Gregory Salmieri, defendiendo un Estado mínimo, afirma que una anarquía de libre mercado se caracterizaría por «la guerra y la realpolitik». Eso se parece más a lo que tenemos hoy en día bajo el dominio del Estado.
Robert Kagan está de acuerdo en que los intervencionistas americanos de la Segunda Guerra Mundial eran imperialistas, pero sostiene que una forma de imperialismo basada en los valores americanos era el objetivo político adecuado entonces y lo sigue siendo hoy.
Los liberales igualitarios piensan que las libertades básicas pueden ser violadas en la búsqueda de la igualdad e incluso que «el deber natural de promover la justicia implica directamente un deber de establecer Estados».
Es difícil explicar a través de la evolución cómo conocemos las verdades necesarias. ¿Nos da esto razones para abandonar la verdad necesaria? Nozick cree que sí.