Mises Wire

La desigualdad económica causada por la impresión de dinero beneficia a la mayoría de los que dicen defender al «pequeño» y denuncian los mercados de «goteo». Pero no hay nada más «goteo» que la impresión de dinero por parte del gobierno desde lo alto.

Al igual que los SJW redefinieron la justicia como «justicia social» —con grandes implicaciones para la forma en que vemos la verdadera justicia— los políticos están redefiniendo la infraestructura para justificar aún más la intervención del gobierno en la vida cotidiana.

El aumento del impuesto de sociedades en EEUU expulsaría más capital de este país. Pero la subida de impuestos será menos arriesgada si EEUU consigue que otros países suban también sus tipos impositivos.

Los austriacos no cuestionan los auges porque no les guste la prosperidad o porque tengan defectos de carácter. Más bien, los austriacos entienden que los auges implican líneas de inversión en áreas de producción que no pueden sostenerse.

Los regímenes del mundo llevan mucho tiempo dedicándose a regular todos los aspectos de la «salud» de acuerdo con lo que quieren los planificadores centrales. El pánico covid les ofreció la oportunidad de ampliar enormemente estos poderes.

A los socialdemócratas les encanta denunciar a los regímenes de bajos impuestos y de probidad como «neoliberales» y como lugares con más pobreza. Pero la realidad es que las partes de Europa que más abrazaron los mercados redujeron la pobreza y enriquecieron a sus ciudadanos.

Algunos defensores de los coches autoconducidos sostienen que su adopción significaría que muy pocas personas serían ya propietarias de un vehículo. Todos alquilaríamos viajes en coches Uber autoconducidos. Esto sería un sueño hecho realidad para los defensores de los confinamientos y las órdenes de permanencia en casa.

No hay nada nuevo en que un banco central de dinero fiduciario imponga un impuesto efectivo sobre las tenencias de deuda pública del público mediante la manipulación de los tipos de interés. Pero pocos pensaron que podría durar tanto tiempo.

El déficit de este año se acerca a los 2 billones de dólares. Y aún faltan cinco meses para que termine el año fiscal. Sólo durante la Segunda Guerra Mundial los déficits fueron tan enormes en relación con el PIB. Mientras tanto, la Fed sigue imprimiendo dinero para comprar más deuda federal.

Quizás la reportera Michelle Kosinski no es consciente de que el secretismo de la era Trump que ella denuncia floreció poderosamente gracias a la querida administración Obama. La mentalidad de Kosinski también ayuda a explicar por qué la confianza de los americanos en los medios de comunicación se ha derrumbado.