Joe Biden y el proteccionismo: continuar haciendo «rechinar» a América
En su discurso SOTU, el Presidente Joe Biden declaró que la suya sería una administración proteccionista. En lugar de aplaudir, el Congreso debería haber abucheado.
En su discurso SOTU, el Presidente Joe Biden declaró que la suya sería una administración proteccionista. En lugar de aplaudir, el Congreso debería haber abucheado.
En el corazón de la teoría keynesiana del ciclo económico se encuentra la llamada trampa de la liquidez. Sin embargo, en contra de Keynes, las economías no se tambalean por un aumento repentino de la demanda de dinero.
En el bizarro mundo de los préstamos estudiantiles, alguien puede pedir prestadas seis cifras sin aval ni historial crediticio —y luego exigir que los contribuyentes cubran el préstamo.
Los que se oponen a la secesión afirman que ésta es un error si algunas personas de la población no la quieren y dicen que estarán en peor situación. Los revolucionarios americanos no estaban de acuerdo y se separaron de todos modos.
La gente es innovadora —si el gobierno no se interpone. Los empresarios de los países en desarrollo encuentran alternativas para las personas que no tienen acceso a los servicios bancarios comerciales.
Imprimir y subir los impuestos no son políticas sociales. Es profundamente antisocial, ya que destruye la clase media y debilita la economía. Aumentar el techo de la deuda también es extremadamente negativo para la clase media porque significa más impuestos.
Cuando vemos una verdadera acción bipartidista en el Congreso, suele ser para peor.
Los autores de los Federalist Papers afirmaban que era necesario un gobierno central fuerte porque las repúblicas son propensas a la «anarquía». Los ejemplos holandés y suizo demuestran que estaban equivocados.
El juez Andrew Napolitano examina la historia del gobierno y las relaciones raciales en la historia de nuestra nación. No es una historia agradable ni edificante.
El impulso del gobierno de EEUU al dinero digital no pretende facilitar las transacciones. Más bien busca el poder de controlar el dinero y a las personas que lo utilizan.