Los marxistas tienen un plan para la vivienda: asegurarse de que haya menos disponible
Mientras los gobiernos crean una crisis inmobiliaria, los marxistas piden políticas que empeoren la crisis.
Mientras los gobiernos crean una crisis inmobiliaria, los marxistas piden políticas que empeoren la crisis.
El presidente Biden impulsa un impuesto sobre el patrimonio como medida de «equidad». No sólo es inconstitucional, sino que además es malo para la economía.
La ley bipartidista RESTRICT es nombrada apropiadamente porque restringe la libertad y da poder al Estado.
Políticos como Elizabeth Warren y Alexandria Ocasio-Cortez exigen que los empresarios de éxito paguen impuestos hasta caer en el olvido. Los verdaderos parásitos son los políticos que destruyen riqueza en lugar de crearla.
El 5 de abril se cumple el 90 aniversario de la orden de Roosevelt por la que se ilegalizaba la propiedad privada de oro en América. Esto formaba parte de un plan aún mayor para revolucionar el sistema monetario americano.
Mientras Elizabeth Warren y otros agitan la camisa ensangrentada a favor de una mayor regulación bancaria, el problema es que las propias regulaciones bancarias están creando inestabilidad financiera.
Mil millones por aquí y mil millones por allá empiezan a sumar dinero de verdad; ahora estamos hablando de dinero de verdad cuando se trata de pérdidas de la Reserva Federal.
Incluso un debilitamiento parcial de la demanda global del dólar limitará la capacidad del régimen de EEUU para hacer valer su peso a escala internacional. Sin embargo, Washington no está dispuesto a hacer lo necesario para evitarlo.
Al igual que el panóptico de Bentham, la cultura de cancelación moderna se basa en el miedo y el acoso en línea, haciendo que la gente vigile sus propios pensamientos.
Con el gobierno perjudicando tontamente a las industrias del petróleo y el gas e impulsando otras alternativas, el futuro no es muy brillante.