Por qué los políticos adoran los aranceles
El presidente del Instituto Mises, Tom DiLorenzo, se une a Ryan McMaken para analizar las muchas formas en que los impuestos, conocidos como «aranceles», destruyen la riqueza y dan poder al Estado.
El presidente del Instituto Mises, Tom DiLorenzo, se une a Ryan McMaken para analizar las muchas formas en que los impuestos, conocidos como «aranceles», destruyen la riqueza y dan poder al Estado.
Una de las ventajas de una teoría económica sólida es que resulta muy útil para refutar las falacias populares y los conceptos erróneos sobre el funcionamiento de la economía de mercado.
Bob analiza los argumentos que los economistas partidarios del libre comercio suelen utilizar para oponerse a los aranceles.
Los detractores del libre mercado afirman que las décadas de 1980 y 1990 fueron de laissez-faire casi puro cuando, en realidad, el Estado regulador no hizo sino reforzarse.
Los aranceles no sólo aumentan los precios al consumo. También afectan a los flujos de capital y, en numerosas ocasiones, han desencadenado crisis bursátiles. Lo que los aranceles no traen es prosperidad.
Kristoffer Hansen, miembro de Mises, se une a Bob para discutir la controversia en torno a la perspectiva de Mises sobre la banca de reserva fraccionaria y la banca libre.
While the US Constitution made the US a large free trade zone, prohibiting states from erecting trade barriers against each other, it also empowered the central government to erect tariffs on goods imported from outside the country.
Una de las falacias económicas más antiguas y dañinas es la creencia de que, en el mejor de los casos, el intercambio económico es una actividad de suma cero. Sin embargo, el libre intercambio en un mercado sin trabas siempre es positivo.
Aunque la Constitución de los EEUU convirtió al país en una gran zona de libre comercio, prohibiendo a los estados erigir barreras comerciales entre sí, también facultó al gobierno central para imponer aranceles a las mercancías importadas de fuera del país.
La Vieja Derecha era un grupo de intelectuales y activistas que luchaban contra la «regimentación industrial» del New Deal. Detestaban los aranceles y veían el proteccionismo como una especie de planificación socialista.