Historial mundial

No todo el público es engañado o hundido en la sumisión habitual. A diferencia de «la masa bruta», siempre hay una élite que entiende la realidad de la situación.

John Locke fue ridiculizado por sugerir que la gente «consiente» a su Estado al no emigrar. Hume sugirió que esta teoría podría ser usada para reclamar el consentimiento incluso para los tiranos más escandalosos.

Las autoridades brasileñas están descontentas con nuestro creciente escepticismo sobre el Estado y están dispuestas a silenciar a los disidentes.

Los diputados conservadores que compiten por el cargo de Primer Ministro votan casi todos por igual sobre los impuestos y la política exterior. Así que sólo el tema de Brexit separa a los malos de los muy malos candidatos.

Tanto la batalla como la guerra fueron innecesarias, pero fueron producto de la arrogancia e incompetencia de la Gran Potencia durante y después de la Primera Guerra Mundial.

Los progresistas como John Kenneth Galbraith ya no alaban a China, ya que hace tiempo que abandonó el comunismo austero de Mao. En cambio, los economistas progresistas modernos como Joe Stiglitz guardan su aclamación para las economías de lugares como Cuba y Venezuela.

Lejos de ser una utopía bucólica, las condiciones económicas eran muy insatisfactorias en vísperas de la Revolución Industrial. El sistema social tradicional no era lo suficientemente elástico para satisfacer las necesidades de una población en rápido crecimiento.

La gran bendición de la libertad humana experimentada en décadas anteriores ha sido disfrutada, en el largo registro de miles de años, por una mera fracción de la gente y por sólo un breve momento de la historia.

Los partidos «verdes» también ganaron, y desafortunadamente, los grandes ganadores comparten una similitud importante: todos abogan por un mayor intervencionismo gubernamental de una manera u otra.

La película ofrece a los espectadores una descripción aleccionadora y precisa de la horrible realidad.