La esperanza de vida en 2020 cayó un 2,3 por ciento hasta los 77 años. Eso apenas justifica el pánico del covid.
Sigue siendo extremadamente poco claro por qué las tendencias de 2020 en estas métricas justificarían el pánico extremo y las violaciones de los derechos humanos que resultaron de los edictos de permanecer en casa y la medicación forzada.