Lecciones de una masacre cometida hace 450 años
La infame Masacre del Día de San Bartolomé fue responsable de la muerte de miles de personas, pero sus horribles consecuencias fueron también el comienzo de la tolerancia religiosa en Occidente.
La infame Masacre del Día de San Bartolomé fue responsable de la muerte de miles de personas, pero sus horribles consecuencias fueron también el comienzo de la tolerancia religiosa en Occidente.
Cuando la Unión Soviética dominaba Europa del Este, la gente miraba a Occidente —y especialmente a los EUA— con la esperanza de encontrar la libertad. Hoy, es Occidente quien promueve las guerras culturales y el colectivismo.
Antes de Steve Jobs y el iPhone, estaba Malcolm McLean, inventor del contenedor de transporte. McLean hizo posible el iPhone —y muchas otras cosas.
A pesar de que la liberalización de su infame economía burocrática ha dado buenos resultados, los activistas y políticos de izquierda de India intentan restablecer el colectivismo.
En América colonial, «libertad» pasó a significar los derechos que se poseían al margen de la aprobación del gobierno. En la Francia revolucionaria (y en el Canadá moderno) pasó a significar la participación en un sistema político.
Como todos los demás lugares, África tiene una historia más matizada de lo que se creía. El continente no estaba desprovisto de tecnología antes de la llegada del colonialismo, ya que había focos de inventiva y fabricación a pequeña escala.
Si la situación fuera a la inversa y los manifestantes hubieran invadido el Capitolio para apoyar a un candidato de izquierda, podemos estar seguros de que el vocabulario utilizado para describir el evento sería muy diferente.
La destrucción de Hiroshima y Nagasaki fue un crimen de guerra peor que cualquiera de los que ejecutaron los generales japoneses en Tokio y Manila. Si Harry Truman no fue un criminal de guerra, entonces nadie lo fue nunca.
El divorcio nacional se produce, y las deudas no se repudian necesariamente como resultado. Podemos fijarnos en los ejemplos de América Latina, Europa del Este y la escisión checoeslovaca.
Aunque la monarquía divina pueda parecer ilógica o arcaica, tuvo un gran impacto económico positivo en la sociedad que los historiadores han pasado por alto.