Activismo climático: la segunda Cruzada de los Niños
La «primera» Cruzada de los Niños de 1212 acabó en tragedia para los participantes. La «segunda» cruzada tampoco tendrá un final feliz.
La «primera» Cruzada de los Niños de 1212 acabó en tragedia para los participantes. La «segunda» cruzada tampoco tendrá un final feliz.
A los americanos se les suele decir que la empresa privada malgasta los recursos mientras que el gobierno los preserva. Las verdades económicas le dan la vuelta a esa cantinela.
Si los así llamados expertos quieren realmente reducir las emisiones de CO2, deberían estudiar la mejora de los métodos agrícolas y la silvicultura, y no librarnos de los combustibles fósiles.
El gobierno de Florida promueve un plan de «adversidad compartida» en el que los individuos y las organizaciones tienen problemas ambientales distantes impuestos sobre ellos.
Los investigadores que se muestran escépticos ante muchas de las narrativas actuales sobre el cambio climático son llamados burlonamente «negacionistas». Sin embargo, dado que el escepticismo en sí mismo es un fundamento del análisis científico, los escépticos tienden a ser pensadores racionales-analíticos y menos propensos a abrazar teorías falsas.
Los políticos de Nueva Jersey han prohibido las bolsas de plástico de un solo uso, alegando que «ayudan al medio ambiente». En su lugar, necesitan leer Economía en una lección de Hazlitt.
En su extraordinario libro, Epstein ha cambiado los términos del debate sobre el peligro del «calentamiento global» y la supuesta necesidad de tomar medidas drásticas. Además, el libro está escrito en un inglés sencillo.
No hace mucho, los políticos de Alemania se enorgullecían de eliminar la energía nuclear. Ante un duro invierno sin gas natural ruso, el átomo parece de repente una buena alternativa.
Regularmente se nos dice que estamos en una «crisis climática». Pero, ¿y si eso no es cierto? ¿Y si el CO2 es realmente bueno para el reverdecimiento del planeta?
Los textos estándar de economía neoclásica afirman que un impuesto pigouviano conducirá al precio y la producción «óptimos» de un bien. Pero la «optimalidad» es un mito.