Una teoría austriaca de la economía ambiental
La economía ambiental está impregnada de las teorías neoclásicas estándar de la eficiencia y la economía del bienestar pigouviana. Eso es un problema.
La economía ambiental está impregnada de las teorías neoclásicas estándar de la eficiencia y la economía del bienestar pigouviana. Eso es un problema.
Los defensores de la energía verde quieren hacernos creer que podemos pasar fácilmente de los combustibles convencionales a las energías renovables. En realidad, esa transición no sólo devastaría las economías mundiales, sino que además no es tecnológicamente posible.
La administración Biden, en su deseo de «salvar» al planeta del cambio climático, ha decidido destruir una de las industrias más productivas e importantes de este país en el proceso, poniendo en peligro la propia economía de EEUU.
Europa quiere energía barata y abundante, pero los políticos demonizan la nuclear, el gas y el petróleo. Todas las propuestas intervencionistas que presentan los políticos europeos suponen un mayor coste para los sufridos consumidores.
Las creencias estándar dicen que el gobierno protege nuestro entorno natural mientras que el sistema de mercado lo destruye. El análisis económico ofrece una perspectiva muy diferente.
Tibor Machan hace un poco de historia conjetural para imaginar cómo podría ser el mundo si el gobierno no hubiera intervenido nunca para proteger el medio ambiente y hubiera dejado todos los asuntos en manos de los propietarios.
La «ciencia» es ahora indistinguible de la política. Como demostró la histeria de la «lluvia ácida» en los años 70 y 80, «seguir la ciencia» es sólo un eslogan político, sin relación con la ciencia real.