Power & Market

Inflación: el arte de mover las porterías

Hay dos tipos de personas que apoyan la narrativa de «la inflación es baja». El primer tipo recibe un pago por impulsar una agenda. El segundo tipo no entiende el cálculo del Índice de Precios al Consumo (IPC). Los métodos que se esconden detrás del IPC te harán despreciar la intervención del gobierno y anhelar el libre mercado.

El miércoles, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) publicó sus datos mensuales de inflación, con una lectura del 1,7% del IPC no ajustado en los últimos 12 meses. No se puede subestimar la importancia de estos datos. El control de la inflación de los precios es de suma importancia para los Bancos Centrales. Sin embargo, ¿qué pasaría si estos datos económicos, en los que tanto confía la sociedad, fueran completamente falsos?

Empezando por el resumen del IPC:

El Índice de Precios de Consumo (IPC) es una medida de la variación media en el tiempo de los precios pagados por los consumidores urbanos por una cesta representativa de bienes y servicios de consumo. El IPC mide la inflación experimentada por los consumidores en sus gastos cotidianos.

Ambicioso. Sin embargo, dada la gran cantidad de bienes y servicios, clientes e infinitas razones para los cambios de precios, algunos podrían decir que tal idea es imposible de medir adecuadamente, y mucho menos útil para planificar toda una economía.

No obstante, según la publicación de los datos de febrero de 2021, comienza cuando:

Los precios se recogen cada mes en 75 zonas urbanas de todo el país en unas 6.000 viviendas y unos 22.000 establecimientos minoristas... Los precios de la mayoría de los bienes y servicios se obtienen mediante visitas personales o llamadas telefónicas de los representantes capacitados de la Oficina.

Por supuesto, a los más de 2.500 empleados del BLS no les basta con recoger los precios de bienes y servicios al azar en todo el país. Los datos deben ser compilados de alguna manera:

Para calcular el índice, las variaciones de precios de los distintos artículos en cada lugar se agregan utilizando ponderaciones, que representan su importancia en el gasto del grupo de población correspondiente.

Tal vez el dato más olvidado, o poco comprendido, sea la «ponderación» que los expertos asignan a cada elemento. Es aquí donde la manipulación de los datos no tiene límites.

La revisión de la importancia relativa de los datos disuelve cualquier noción de credibilidad en el cálculo:

Image
Aro

Los pesos totales suman 100 (piense en el 100%). En el último período, los alimentos representaban el 14,107, mientras que la energía era sólo el 6,349. Y sí, cada mes cambia la «importancia» de cada elemento.

La importancia relativa no es más que un tapón. Si los alimentos fueran 12 y la energía 8, nadie podría argumentar que esto fuera más o menos preciso que, por ejemplo, 14 y 6. Sin embargo, un cambio así tendría un efecto trascendental en los resultados de la inflación. Como es imposible cuantificar de forma creíble el nivel de importancia de un bien en la vida de una sola persona, es absurdo que se haga para todo el país.

Considere la importancia relativa de lo siguiente:

  • Alquiler de la vivienda principal - 7,836
  • Matrícula y tasas universitarias - 1,559
  • Seguro médico - 1.202
  • Servicio de televisión por cable y satélite - 1.182
  • Medicamentos - 1.136

Creer que la matrícula universitaria, uno de los mayores gastos para millones de estadounidenses, es ligeramente más importante que la televisión por cable es un fuerte indicador de la imposibilidad de los datos.

El cálculo del IPC, altamente sospechoso, no es tanto una «teoría de la conspiración», sino que simplemente hay demasiada gente que depende de la narrativa de la baja inflación para mantenerse a flote. La Fed, los planes de pensiones, los sindicatos, el trabajo actuarial, los tesoros, etc., todos dependen de la narrativa de la baja inflación para evitar las consecuencias negativas de nuestra realidad, incluyendo la bancarrota, o en el caso de la Fed, la vergüenza de tener que admitir errores.

Resulta a la vez liberador e insondable que, con unos pocos ajustes en un programa informático, cambie la «importancia relativa» de los artículos o la propia cesta de la compra. La comprensión del método de cálculo muestra la ilegitimidad del IPC. Su objetivo es enmascarar la verdad del mundo. La vida nunca ha sido más inasequible para las masas, mientras que los niveles de deuda mundial se encuentran en máximos históricos. Podemos resolver el misterio diciendo algo que la mayoría sabe anecdóticamente pero que tiene demasiado miedo de admitir porque entra en conflicto con los datos: El coste de la vida es terriblemente alto y está aumentando a un ritmo alarmante. Pero «la inflación es baja», sólo porque nuestros planificadores centrales impulsan su narrativa y, por extensión, su poder.

image/svg+xml
Note: The views expressed on Mises.org are not necessarily those of the Mises Institute.
What is the Mises Institute?

The Mises Institute is a non-profit organization that exists to promote teaching and research in the Austrian School of economics, individual freedom, honest history, and international peace, in the tradition of Ludwig von Mises and Murray N. Rothbard. 

Non-political, non-partisan, and non-PC, we advocate a radical shift in the intellectual climate, away from statism and toward a private property order. We believe that our foundational ideas are of permanent value, and oppose all efforts at compromise, sellout, and amalgamation of these ideas with fashionable political, cultural, and social doctrines inimical to their spirit.

Become a Member
Mises Institute