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Biden está llamando a los reservistas militares... ¿serán tus chicos los siguientes?

Por regla general, los reportajes sobre la guerra en EEUU desde Vietnam han sido en su mayoría de los principales medios de comunicación animando la misión en lugar de escarbar más allá de la propaganda de guerra del gobierno. Al fin y al cabo, fueron las imágenes de muchachos americanos regresando a casa en bolsas de cadáveres, mostradas en las noticias de las seis de la tarde en todo América, las que finalmente galvanizaron la oposición de la corriente dominante a esa guerra.

El Pentágono aprendió la lección en la primera Guerra del Golfo, y restringió severamente la cobertura de cerca por parte de los medios de comunicación. Sólo los periodistas «de confianza» podían informar desde el frente. La mayor parte de la prensa escribió historias basadas en comunicados de prensa del ejército de EEUU desde hoteles de lujo en Bagdad.

En la época de la Segunda Guerra del Golfo, el Pentágono ideó el concepto de «incrustar» a periodistas selectos entre las tropas. Esto permitió que el Pentágono enmarcara la historia con la falsa impresión de que se estaba haciendo periodismo real. Parecía auténtico, porque el periodista estaba con las tropas y cerca de la acción, pero el reportaje presentaba lo que el Pentágono quería que se presentara.

Tal vez sea ésta una larga manera de señalar que la cobertura de la guerra en Ucrania por parte de los principales medios de comunicación de EEUU deja mucho que desear. Sí, a veces la verdad se cuela en publicaciones como el New York Times, que informó la semana pasada de que sólo en las primeras semanas de la «contraofensiva» ucraniana se ha destruido al menos el 20 por ciento del armamento y equipamiento donado por los EEUU y la OTAN.

Sin embargo, por lo general lo que los principales medios de comunicación sirven son temas de conversación del Pentágono y neoconservadores. Rusia está perdiendo, informan. Rusia ya ha perdido, como dijo recientemente Biden. La mayoría de los americanos no se desvían de su camino para escuchar a expertos reales como el coronel Doug Macgregor, que desde el principio ha estado contando una historia muy diferente. Así, los americanos siguen siendo alimentados con propaganda.

Pero la propaganda tiene su gracia. A veces se enfrenta cara a cara con la realidad contradictoria y se demuestra que no es más que una sarta de mentiras.

Tomemos como ejemplo el impactante informe de la semana pasada de que el presidente Biden ha firmado una orden para movilizar a 3.000 reservistas militares de EEUU para su despliegue en Europa en apoyo de la «Operación Atlantic Resolve» de 2014. ¿Qué es Atlantic Resolve? Se puso en marcha a raíz del golpe de Estado respaldado por los EEUU en Ucrania y los consiguientes disturbios bajo el gobierno títere instalado por los EEUU.

Entonces, si Rusia está perdiendo —o ya ha perdido, como dijo Biden la semana pasada—, ¿por qué de repente se ha hecho necesario llamar a las fuerzas de reserva de los EEUU? Pues bien, en medio de una de las crisis de reclutamiento militar más graves de la historia de los EEUU, parece que Washington no dispone de tropas suficientes para su misión antirrusa en Ucrania. Entonces, ¿cuál es la misión y por qué parece que se está avanzando hacia el envío de más americanos cerca de la zona de combate? Nadie en la Administración parece interesado en explicarlo y nadie en los medios de comunicación de los EEUU o en el Congreso parece interesado en preguntar.

Estamos en una pendiente muy resbaladiza, con los neoconservadores de Biden continuando la escalada ante las masivas pérdidas ucranianas y una aparente escasez de tropas de los EEUU. No se equivoquen, si la guerra por poderes de los EEUU y la OTAN con Rusia no se detiene, el siguiente paso será mirar el Servicio Selectivo de EEUU. Eso significa que vienen a por tus hijos. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que América se despierte y diga «NO»?

Publicado originalmente por el Instituto Ron Paul. 

 

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