La revuelta ambientalista contra la humanidad.
Algunos en la izquierda progresista no se conforman con intentar «salvar el planeta». Quieren eliminar por completo la raza humana.
Algunos en la izquierda progresista no se conforman con intentar «salvar el planeta». Quieren eliminar por completo la raza humana.
En sus intentos por rehacer la economía, las élites progresistas están impulsando ASG. Lo que olvidan es que la economía funciona con cosas reales, no con ideología.
Escuchamos hasta la saciedad de las élites políticas y mediáticas que la guerra en Ucrania es para preservar «nuestras libertades.» Murray Rothbard tenía algo que decir sobre este sofisma.
El yuan no derrocará al dólar como moneda de reserva mundial preferida. Pero el dólar podría «suicidarse» si los EEUU no cambia radicalmente su política monetaria.
Mientras los políticos, los expertos mediáticos y la élite académica siembran el miedo a la inteligencia artificial, ésta está ayudando a mejorar la vida de los consumidores de a pie.
Aunque la mayoría de los defensores del libre mercado están obsesionados con la deuda nacional, también deberían fijarse en la deuda municipal, sobre la que los contribuyentes no tienen nada que decir. Tal vez el impago sea la respuesta.
Se supone que debemos seguir los planes de la Energía Verde —como hicimos con las mascarillas, los cierres de escuelas y las vacunas para detener el covid— porque nuestro gobierno, los medios y los grupos de «interés público» insisten en que «sigamos la ciencia»,
Un principio central de la economía keynesiana es que los gobiernos deben incurrir en déficits presupuestarios para estimular el crecimiento económico. Pero, en realidad, el gasto gubernamental contrae la economía.
La lucha entre Rusia y la OTAN no es sobre «democracia versus autoritarismo». Más bien, los dos Estados, el de EEUU y el ruso, están redoblando sus esfuerzos porque están haciendo lo que hacen los Estados: buscando poder.
El reciente despido de Tucker Carlson por parte de Fox News ha desatado las especulaciones sobre los motivos que han llevado a Fox a apretar el gatillo. No es ningún misterio, escribe Michael Rectenwald.