Guerra y política exterior
La paradoja del imperialismo
Los estados liberales tienden a derrotar y expandir sus territorios o su rango de control hegemónico a expensas de los menos liberales.
La esencia de la sociedad es la pacificación
La paz y no la guerra es el padre de todas las cosas. La paz construye; la guerra destruye.
La «segunda personalidad» de Woodrow Wilson
El término más frecuentemente aplicado a Woodrow Wilson en la actualidad es «idealista». Por el contrario, la expresión «ávido de poder» se utiliza raramente.
¿Odias al Estado?
Lo que divide hoy al movimiento, la verdadera división, no es el anarquista frente al minarquista, sino el radical versus el conservador. Dios, danos radicales, sean anarquistas o no.
Neoconservadurismo derribado
Quieren que dejemos de preocuparnos y amemos al Estado.
Ni las guerras ni los líderes fueron grandes
Desde el siglo XVIII hasta nuestros días, la tradición liberal se ha mantenido firme contra la guerra, basándose tanto en los principios como en la realidad de cómo y por qué empiezan las guerras, y también en el malvado daño que causan a la sociedad. Las excusas para las guerras enmascaran la razón subyacente de las mismas.
Erasmo sobre la guerra
Adoptemos el amor a la paz, para que Cristo reconozca a los suyos, así como nosotros lo reconocemos como Maestro de Paz.
La anomalía Goldwater
Incluso Hess reconoce, aunque a regañadientes, la verdad de una parte de la queja de Rothbard contra Goldwater: la afirmación de que el senador de Arizona era «un completo intervencionista en asuntos exteriores».
La herencia libertaria: la Revolución Americana y el liberalismo clásico
El credo libertario, escribe Murray Rothbard, surgió de los movimientos «liberales clásicos» de los siglos XVII y XVIII en el mundo occidental.