Gran Gobierno

Aunque las tragedias nacionales tienden a unir a un país, parece claro que el coronavirus dejará a América tan dividida como lo ha estado en la historia moderna.

Cortar las extremidades de los soldados era la técnica favorita de los cirujanos de la Guerra Civil, en gran parte porque los médicos querían evitar la culpa de los posteriores casos de gangrena. Así que los médicos se equivocaron en el lado «seguro». Muchos pacientes pueden haber estado en desacuerdo.

: Con sus extraños y extremos confinamientos, los gobiernos están forzando a las poblaciones de muy bajo riesgo a soportar el aislamiento social y el desempleo. Los efectos en la salud mental serán significativos.

El pánico del COVID-19 ha proporcionado un sinfín de oportunidades para que los políticos exploten el miedo y el dolor de la gente común para su beneficio personal.

La eurozona necesita entender que si decide aumentar los impuestos para hacer frente al aumento de la deuda debido a la respuesta de COVID-19, su capacidad de recuperación se verá irreparablemente dañada.

En un mundo de escasez, no existen soluciones, solo compensaciones.

Los políticos y los medios de comunicación se han combinado con un electorado obediente y asustado para abolir las libertades civiles y destruir los mercados que son tan importantes en la lucha contra la pobreza.

Los partidarios de las vacunas obligatorias y de la vigilancia forzada intentan chantajear al pueblo americano argumentando que el encierro no puede terminar a menos que creemos un Estado de vigilancia sanitaria y hagamos obligatoria la vacunación.

Los países endeudados como Italia dependerán cada vez más de los alemanes y otros europeos del norte para financiar su deuda. Esto requerirá una Europa más unificada. O todo el asunto puede colapsar.

Las personas que realmente dirigen el país son «expertos» no elegidos y burócratas de los bancos centrales, de las agencias de salud pública, de las agencias de espionaje y de una red creciente de juntas y comisiones.