Economía global

A los socialdemócratas les encanta denunciar a los regímenes de bajos impuestos y de probidad como «neoliberales» y como lugares con más pobreza. Pero la realidad es que las partes de Europa que más abrazaron los mercados redujeron la pobreza y enriquecieron a sus ciudadanos.

La destrucción del libre mercado, la competencia y la innovación puede parecer atractiva para algunos ahora, pero el resultado probable de escaso empleo, crecimiento negativo de los salarios reales y estancamiento debería ser un verdadero motivo de preocupación.

China y Rusia están tratando de construir un bloque euroasiático que pueda liberarse de cualquier esfera de influencia americana. El régimen americano obviamente se opone a esto, pero la impresión de dinero y la deuda limitan las opciones americanas.

¿Te has dado cuenta de que sólo los países nórdicos ricos son señalados como «socialistas»? Lugares como Grecia e Italia, que son más socialistas que los escandinavos, nunca parecen merecer una mención en este tema.

A finales de febrero, la zona euro seguía teniendo una tasa de desempleo del 8,3% y más de 7 millones de puestos de trabajo sin empleo. Este es sólo uno de los resultados de los duros encierros de la UE y del malestar provocado por la regulación.

El banco central de Europa está tomando medidas agresivas para evitar que los rendimientos de los bonos suban ... al 0,3% en España o al 0,6% en Italia. Esta es la evidencia de una burbuja masiva.

Si Europa quiere crear riqueza para sus miembros más pobres, necesita la iniciativa empresarial privada. Pero los empresarios necesitan exactamente lo contrario del plan keynesiano para construir un superestado europeo.

El problema de la Unión Europea no es que pretenda integrar las economías europeas. El problema viene de los intentos de integrar también la política.

Los economistas de la corriente dominante afirman que China necesita más consumo y un mayor Estado de bienestar. Piensan que la alta tasa de ahorro de China es algo malo. Estos economistas se equivocan.

Los partidos populistas aún no han conseguido victorias definitivas ni en Estados Unidos ni en Europa. Pero estos grupos tampoco van a desaparecer.