Una conversación con el Príncipe Miguel de Liechtenstein
Aunque la mayor parte de Europa ha olvidado hace tiempo el pensamiento misesiano, el príncipe Miguel de Liechtenstein es una excepción.
Aunque la mayor parte de Europa ha olvidado hace tiempo el pensamiento misesiano, el príncipe Miguel de Liechtenstein es una excepción.
Para que las naciones tengan desarrollo de capital y economías basadas en el mercado, deben tener un marco cultural que acepte estos desarrollos. Demasiadas naciones no lo hacen y, como consecuencia, languidecen en la pobreza.
Aunque Japón realizó algunas transferencias tecnológicas a estos lugares, la prosperidad les llegó más tarde, con la llegada de las economías de libre mercado.
Aunque igualdad y «equidad» son palabras en boga modernas, la única forma de alcanzar ese nirvana social es por medios violentos. ¿Realmente queremos ir allí?
Desde que los luditas arrasaron las fábricas textiles británicas a principios del siglo XIX, la gente teme que la tecnología provoque un desempleo masivo. Se equivocaban entonces y se equivocan ahora.
¿Los mercados privados sólo pueden ser regulados por el gobierno? Los éxitos de Hindenburg Research contra la corrupción corporativa sugieren lo contrario.
Tanto si las élites políticas promueven el socialismo a ultranza como el intervencionismo, gracias a la realidad del cálculo económico, abogan por una economía fallida.
China ha creado un ciclo de represión que está perjudicando el espíritu empresarial.
Durante casi tres décadas, la economía japonesa ha implosionado lentamente bajo los bajos tipos de interés y la pesada deuda pública. Puede que pronto llegue el momento de pagar al flautista.
Una de las palabras de moda del progresismo moderno es «capitalismo de participantes», en el que personas sin conexión directa con una firma tienen de alguna manera una «participación» en lo que ésta hace. Es un término incoherente.