Las noticias financieras son un constante bombardeo de IA por aquí e IA por allá. Pero, durante la semana del 10 de octubre, el precio del oro acaparó los titulares al superar los 4000 dólares, y la semana de la plata también fue muy agitada. «Los operadores describieron un mercado en el que la liquidez se ha agotado casi por completo, lo que ha dejado a cualquiera que tenga posiciones cortas en plata al contado luchando por conseguir metal y obligado a pagar unos costes de financiación agobiantes para aplazar sus posiciones a una fecha posterior», informó Bloomberg.
El caos en el precio del metal blanco de la semana pasada tiene muchas similitudes con la crisis de los hermanos Hunt en 1980 y, en algunos aspectos, es incluso más extremo.
Bloomberg informó:
La subasta de plata en Londres, un evento diario de fijación de precios que se celebra desde 1897, cotizó el viernes por encima de los 50 dólares por primera vez en la historia. Los precios al contado en Londres se dispararon hasta alcanzar una prima de 3 dólares sobre los futuros en Nueva York, un nivel que solo se había visto anteriormente en medio de la crisis de los hermanos Hunt. El coste de pedir prestada plata en Londres a un día subió más del 100 % en términos anualizados, lo que, según al menos un veterano del mercado, fue superior a cualquier cifra registrada durante la crisis de 1980.
Las primas de la plata en Londres eran tan altas que los operadores reservaron bodegas, que normalmente solo se utilizan para el oro de alto valor, en vuelos transatlánticos para traer el metal de vuelta a Londres. «Nunca había visto nada igual. Lo que estamos viendo con la plata no tiene precedentes», afirmó Anant Jatia, director de inversiones de Greenland Investment Management, un fondo de cobertura de materias primas. «Actualmente no hay liquidez disponible».
Londres es el centro del comercio de metales preciosos, con un puñado de cámaras acorazadas repartidas por la ciudad. Al final del día, se liquidan las posiciones y «camiones blindados van y vienen entre las cámaras acorazadas para entregar lingotes y liquidar las operaciones». Las reservas de plata de Londres han caído un tercio desde 2021, ya que las mineras de plata no pueden satisfacer la demanda. Las recientes compras de la India, que antes se abastecía de Hong Kong, y la posibilidad de que el presidente Trump imponga aranceles al metal blanco han ejercido una presión cada vez mayor sobre la liquidez a corto plazo de la plata en la ciudad.
En este lado del charco, el Wall Street Journal informó de que los compradores están acudiendo en masa al Diamond District de Manhattan. Unas 2600 joyerías se agolpan en la manzana del centro de la ciudad. Joseph Pasini escribió: «En Diamond District Gold Buyers, el propietario Sandro Ragovski dijo que ha tenido problemas para mantener suficiente efectivo en la tienda para pagar a las personas que descargan su oro. A veces les paga en parte con cheques. Recientemente, tuvo que ir al banco con un vendedor que quería uno certificado».
Mientras que muchos están vendiendo reliquias familiares, los más ricos están comprando. «Hay una clientela más adinerada que está comprando mucho oro porque lo ven como una inversión y ya disponen de ese efectivo líquido», dijo Jacqueline Mirón, de JGemJewels, al WSJ. «Piensan: sí, quiero esa cadena de oro de 10 000 dólares porque sé que va a valer más, quizá incluso a finales de año».
Mi viejo amigo Burt Blumert, de Camino Coins, solía decir: «Los tesoros cambian de manos cuando los tiempos son difíciles».
