Preocupante reporte sobre el empleo de octubre se suma a la acumulación de malas noticias económicas

La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) publicó el viernes nuevos datos sobre el empleo. Según el informe, el total de empleos no agrícolas desestacionalizados aumentó en 150.000 puestos de trabajo en octubre, mes a mes. La tasa de desempleo aumentó ligeramente del 3,8 por ciento al 3,9 por ciento en el mismo periodo.

La polarización afectiva nos está volviendo más tontos

El mes pasado, el Centro de Investigación Antirracista del Dr. Ibram X. Kendi en la Universidad de Boston anunció que despedía a casi todo su personal, a pesar de haber recibido casi 55 millones de dólares en fondos en los últimos tres años. Los críticos han aprovechado la caída de Kendi para renovar los argumentos de que es un estafador o un «imbécil», pero hay otro aspecto subestimado en la caída de Kendi.

Culpando al libre mercado (incluso donde no existe)

Los críticos del libre mercado suelen apuntar a la diana equivocada. Atacan al mercado por «fallos» que en realidad son el resultado de la intervención del gobierno en la economía. En la columna de esta semana, me gustaría comentar un ejemplo de este error en Economics in America, de Angus Deaton (Princeton, 2023).

Deaton fue el ganador del Premio Nobel de Economía 2015, del que dice:

Libertad: sofocada por el síndrome de Estocolmo

«Cuando quiera y como quiera que se instituya [el gobierno], el pueblo debe cederle algunos de sus derechos naturales para conferirle los poderes necesarios». (énfasis añadido)

—John Jay, «Federalista nº 2»

«Como la respiración, [el gobierno] no puede depender de nuestra voluntad. La necesidad lo impondrá a todas las comunidades de una forma u otra».

—John C. Calhoun, Disquisición sobre el gobierno

Impulsando la falsa narrativa del aislacionismo de EEUU

Todos los currículos escolares convencionales y los relatos estatales sobre la historia de América incluyen un relato común entre los años 1919 y 1941, y es el mito del aislamiento americano. Los americanos, como se suele decir, olvidaron tontamente que ellos también formaban parte del mundo y se dejaron a sí mismos y a sus aliados vulnerables mientras el totalitarismo se extendía por Europa y Asia. La conclusión a la que se llega con este cuento ficticio es escandalosamente poco sutil.

No a los rescates monetarios y políticos para los deudores de la Iniciativa Franja y Ruta

Han pasado más de tres décadas desde la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética. En aquel momento, cuando todo el mundo sabía que había llegado la hora de la «nave nodriza» del socialismo, China no quiso ocupar el puesto de la Unión Soviética, sino que optó por un papel ambiguo. En las tres décadas que siguieron a la caída de la Unión Soviética, quedó claro qué país estaba en la cima del mundo.