Violencia política en la sociedad americana
Los recientes atentados contra el expresidente Donald Trump han desatado la preocupación por la violencia política y la normalización de este tipo de actos en la sociedad americana.
Los recientes atentados contra el expresidente Donald Trump han desatado la preocupación por la violencia política y la normalización de este tipo de actos en la sociedad americana.
¿Recuerdas cuando los gobiernos progresistas prohibían las reuniones eclesiásticas pero sancionaban las orgías sexuales? Sí, ocurrió de verdad.
Cuando se habla de la situación de los sin techo en los EEUU, no suele venir a la mente Star Trek. Sin embargo, un episodio de hace unas tres décadas fue perspicaz y profético al presentar lo que sería el sinhogarismo en San Francisco.
Las elecciones presidenciales de este año se presentan en términos tajantes de derecha e izquierda, Trump a la derecha y Harris a la izquierda. Sin embargo, es más realista decir que ambos candidatos están a la izquierda de donde se situaba la política electoral hace apenas un par de décadas.
Ryan, Tho y Jonathan Newman analizan cómo el Estado y los medios de comunicación tratan la educación en casa y por qué los padres la consideran cada vez más una alternativa.
Después de que Trump escapara por poco de otro intento de asesinato, el establishment no parece interesada en los motivos del posible tirador. Tal vez sea porque se hace eco de las mismas narrativas simplistas sobre la guerra de Ucrania y Trump que exigen que todos creamos.
No satisfechas con la captura de la mayoría de nuestras instituciones, las élites gobernantes se han puesto en plan Orwell al redefinir el término «derechos humanos». Es su propia versión de la neolengua.
La creencia generalizada que la esclavitud consistía en obtener «mano de obra barata», pero es lejos de la realidad. La esclavitud conlleva altos costos de oportunidad, por la cual los propietarios de esclavos dependían normativas gubernamentales para subvencionar su «peculiar institución.»
Las élites gobernantes de EEUU abogan por un «retorno» al «politica estatal hamiltoniana» y por alejarse del llamado aislacionismo. Sin embargo, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, EEUU no ha dejado de ser agresivo en su política exterior.
Los historiadores académicos y los archiveros han sido capturados por la izquierda dura y la industria de la DEI. Las tendencias actuales no sólo los convierten en malos historiadores, sino también en personas intolerantes. Mises lo sabía mejor.