África no necesita más ayuda gubernamental; necesita mercados libres
África, aunque rica en recursos naturales, está lastrada por la corrupción gubernamental, las políticas socialistas y la falta de libertad económica. Sólo cabe esperar un cambio.
África, aunque rica en recursos naturales, está lastrada por la corrupción gubernamental, las políticas socialistas y la falta de libertad económica. Sólo cabe esperar un cambio.
Los progresistas creen que la intervención del gobierno en la economía es necesaria para promover tanto la eficiencia como la equidad. En realidad, la intervención no logra ni lo uno ni lo otro.
Henry Hazlitt, gran defensor de la libertad y la economía austriaca, nació el 28 de noviembre de 1894. Su libro más famoso, Economía en una lección, sigue siendo un éxito de ventas treinta años después de su muerte.
A los americanos se les dice constantemente que los europeos tienen una asistencia médica maravillosa proporcionada por sus gobiernos. En realidad, la asistencia privada está ganando terreno porque ofrece mejor atención y un mejor trato.
Lo que subyace tras el intento de eludir el miedo al fracaso es la percepción de la ausencia de un coste sustancial del fracaso. La ilusión sólo dura un tiempo antes de que se imponga la realidad económica.
El ganador del Premio Nobel Angus Deaton afirma que el libre mercado no puede proporcionar una atención médica adecuada. Por supuesto, a continuación describe el fracaso del gobierno, pero lo llama libre mercado.
Los proteccionistas afirman falsamente que el libre comercio sólo tiene consecuencias negativas para la economía y, al mismo tiempo, que el proteccionismo aporta beneficios netos.
Aunque el porcentaje de mano de obra sindicalizada de EEUU ha disminuido en las últimas décadas, los sindicatos siguen siendo una amenaza para nuestra economía y nuestro bienestar colectivo.
Aunque los bancos centrales utilizan tipos de interés administrados con la esperanza de emular el tipo natural, estos esfuerzos siempre van a fracasar. Sin mercados libres, no hay tipo natural.
Ser grande no hace rico a un país, ni ser pequeño reduce su economía.