La aprobación del «gran y hermoso proyecto de ley» de Trump ha vuelto a plantear la cuestión de las lagunas fiscales.
El gran y hermoso proyecto de ley (OBBBA por sus siglas en ingles) fue promulgada por el presidente Trump el 4 de julio e incluye una serie de disposiciones relacionadas con el impuesto sobre la renta. Aumenta la deducción estándar, introduce un aumento temporal de la deducción estándar adicional para las personas mayores, exime temporalmente del impuesto sobre la renta las ganancias de las horas extraordinarias y las propinas, aumenta el crédito fiscal por hijos y lo hace permanente, aumenta temporalmente la deducción SALT, elimina gradualmente los créditos fiscales de energía limpia, permite a los contribuyentes deducir temporalmente los pagos de intereses de préstamos de automóviles, aumenta los impuestos sobre las dotaciones universitarias y aumenta la exención del impuesto al patrimonio.
Hay dos formas en que el código fiscal federal reduce el importe del impuesto sobre la renta pagado al gobierno. Las deducciones fiscales reducen el importe de los ingresos sujetos a impuestos. Se pagará menos en concepto de impuesto sobre la renta cuanto mayor sea el número y la cuantía de las deducciones a las que se tenga derecho.
Los créditos fiscales son un poco diferentes. Reducen el importe del impuesto sobre la renta. Los créditos fiscales ordinarios pueden reducir el impuesto adeudado a cero, pero si no hay ingresos imponibles para empezar, entonces no se puede tomar ningún crédito. Los créditos fiscales reembolsables se consideran un pago del contribuyente, como las retenciones del impuesto federal sobre la renta o los pagos de impuestos estimados. Sin embargo, si el «pago» del crédito fiscal es superior al impuesto adeudado después de aplicar los créditos fiscales ordinarios, entonces el «contribuyente» recibe un «reembolso» de dinero que en realidad nunca pagó.
Las deducciones y los créditos fiscales (a menos que sean reembolsables) son siempre positivos porque permiten a los americanos mantener una mayor parte de su dinero fuera del alcance del gobierno federal. No son «lagunas» que haya que cerrar. Eliminar o reducir el valor de las deducciones o créditos fiscales tiene el mismo efecto que subir los tipos impositivos: más impuestos pagados al gobierno. Cualquier intento de eliminar o reducir las deducciones o créditos fiscales debería considerarse un apoyo a la subida de impuestos, independientemente de las justificaciones que esgriman algunos libertarios.
Según el IRS, como resultado de la OBBBA, para los ejercicios fiscales de 2025 a 2028, las propinas cualificadas de hasta 25.000 dólares son deducibles de impuestos, el pago de horas extras (la parte «media» de la compensación de «tiempo y medio») de hasta 12.500 dólares (25.000 dólares para declarantes conjuntos) es deducible de impuestos, y los intereses de préstamos para automóviles de hasta 10.000 dólares son deducibles de impuestos. Estas deducciones están disponibles tanto para los contribuyentes que detallan sus ingresos como para los que no. Sin embargo, las deducciones por propinas y horas extraordinarias se reducen progresivamente «para los contribuyentes con ingresos brutos ajustados modificados superiores a 150.000 $ (300.000 $ para declarantes conjuntos)» y la deducción por intereses se reduce progresivamente «para los contribuyentes con ingresos brutos ajustados modificados superiores a 100.000 $ (200.000 $ para declarantes conjuntos)». También efectivo para los años fiscales 2025 a 2028, «las personas que tienen 65 años o más pueden reclamar una deducción adicional de $ 6,000» que es «además de la deducción estándar adicional actual para las personas mayores bajo la ley existente». Sin embargo, la deducción se reduce progresivamente para los contribuyentes con ingresos brutos ajustados modificados superiores a 75.000 dólares (150.000 dólares para declarantes conjuntos). Otra disposición temporal de la OBBBA es el aumento de la deducción de los impuestos estatales y locales (SALT) a 40.000 dólares durante cinco años. Las disposiciones permanentes incluyen un aumento del crédito fiscal por hijos a 2.200 dólares y un aumento de la exención del impuesto de sucesiones a 15 millones de dólares.
Además de las lagunas creadas o perpetuadas por la OBBBA, algunos libertarios insisten constantemente en la exención de los intereses de los bonos municipales y la exclusión de la asistencia sanitaria.
Los bonos municipales son instrumentos financieros emitidos por entidades gubernamentales estatales y locales, normalmente para financiar proyectos públicos. Los ingresos que generan suelen estar exentos del impuesto federal sobre la renta y de los impuestos estatales y locales.
La exclusión de la asistencia sanitaria se refiere a las primas de seguro médico pagadas por el empleador que están exentas de impuestos federales sobre la renta y la nómina en lugar de ser tratadas como ingresos imponibles para el empleado. Algunos libertarios consideran que se trata de la peor laguna del código tributario porque cuesta al gobierno federal cientos de miles de millones de dólares cada año. Estos libertarios asumen ingenuamente que, en ausencia de la exclusión sanitaria, los empresarios redirigirían su gasto en primas de seguro médico a los empleados para poder controlar todos sus ingresos.
Los libertarios que afirman que ciertas deducciones y créditos fiscales son lagunas que deben cerrarse argumentan que estas lagunas distorsionan el código tributario, son ineficientes, subvencionan a los contribuyentes de altos ingresos, interfieren con el libre mercado y animan a la gente a tomar decisiones económicamente imprudentes.
Puede que sean todas esas cosas y más, pero ¿cuál es el efecto de reducirlas, suprimirlas o eliminarlas? El efecto es más impuesto y más ingresos para el Tío Sam.
El economista austriaco Murray Rothbard se refirió a la idea de una laguna fiscal que hay que cerrar como un gran mito económico:
Una deducción o exención sólo es una «laguna» si se asume que el gobierno posee el 100% de los ingresos de todo el mundo y que permitir que parte de esos ingresos permanezcan sin tributar constituye una irritante «laguna». Permitir que alguien conserve parte de sus propios ingresos no es ni una laguna ni una subvención.
Sólo aquellos que piensan que el gobierno tiene un derecho absoluto a un porcentaje de todos los ingresos producidos y que las deducciones y créditos fiscales privan al gobierno de su derecho a ese porcentaje podrían oponerse a que los individuos retengan más de su dinero.
Los ingresos de los americanos están cuádruplemente gravados. En primer lugar, está el impuesto federal sobre la renta. En segundo lugar, sobre los mismos ingresos, está el impuesto de la Seguridad Social del 12,4% (dividido a partes iguales entre empresarios y trabajadores) sobre los primeros 176.100 dólares de ingresos del trabajador. En tercer lugar, sobre los mismos ingresos, existe el impuesto de Medicare del 2,9% (dividido a partes iguales entre empresarios y trabajadores) por cada dólar de ingresos del trabajador. Y en cuarto lugar, sobre los mismos ingresos, hay que pagar el impuesto estatal sobre la renta en 41 estados.
Es una lástima que los libertarios que se muestran tan inflexibles sobre el cierre de las lagunas fiscales no gasten la misma cantidad de energía defendiendo tipos impositivos más bajos, la cancelación de los créditos fiscales reembolsables, la derogación de los impuestos sobre la nómina y la eliminación del impuesto sobre la renta por completo.
Debido a que los aranceles de Trump nunca podrían recaudar suficiente dinero para reemplazar el impuesto sobre la renta, porque el impuesto sobre la renta no va a ser derogado en el corto plazo, y porque la tributación es un robo, los libertarios deben apoyar el aumento del tamaño y el alcance de cada posible crédito fiscal, deducción y laguna jurídica, ya que son algunas de las pocas maneras en que los americanos pueden aferrarse a más de su dinero.
Publicado originalmente por la Fundación Futuro de la Libertad.
