Política monetaria

Brendan Brown reseña «Narrative Economics», que argumenta que «las fluctuaciones económicas son impulsadas sustancialmente por el contagio de variantes excesivamente simplificadas y fácilmente transmitidas de las narrativas económicas».

Las viejas monedas me vacunaron contra la confianza en los políticos mucho antes de que me creciera mi primera barba desaliñada. Empecé a coleccionar monedas cuando tenía ocho años en 1965, el año en que el presidente Lyndon Johnson empezó a quitar toda la plata de las monedas estadounidenses.

El pánico del COVID dio a los regímenes del mundo una nueva razón para reclamar que el dinero físico debería ser prohibido. Pero esta es sólo una de las muchas estrategias en juego para acabar con la relativa privacidad y libertad que proporciona el dinero en efectivo.

La buena noticia es que Stephanie Kelton ha escrito un libro sobre la TMM que es muy legible y que parecerá a muchos lectores como persuasivo e inteligente. La mala noticia es que Stephanie Kelton ha escrito un libro sobre la TMM que es muy legible y que a muchos lectores les parecerá persuasivo e inteligente.

El corazón del crecimiento económico es la expansión del ahorro real. El bombeo monetario sólo destruye la riqueza y el ahorro.

Cuando la gente tiene miedo, deja que las autoridades se salgan con la suya con todo tipo de tonterías. Estamos viendo esto con la Reserva Federal en este momento.

Un alto tribunal alemán dictaminó recientemente que el Banco Central Europeo ha sobrepasado los límites de su poder. La respuesta enojada de los burócratas europeos de alto rango nos dice mucho sobre lo que quieren para la UE.

Ahora no hay diferencia entre la política monetaria y otros programas gubernamentales diseñados para apoyar a las empresas, industrias y otros grupos favorecidos. La Reserva Federal es simplemente otra agencia de planificación del gobierno.

La Reserva Federal y otros bancos centrales están entrando en un enorme experimento de impresión de dinero con la esperanza de mantener la máquina de gasto del gobierno a toda velocidad para siempre. Las consecuencias no deseadas serán altamente destructivas.

Sieroń comenta a Book y Sumner sobre el efecto Cantillon, argumentando que el análisis austriaco del efecto Cantillon es correcto.