Los gobiernos de todo el mundo están recurriendo a la «represión financiera» para manipular la economía mediante el dinero fácil y la regulación agresiva. Al final, nos daremos cuenta de que no será más que una tirita para un problema grave.
Ludwig von Mises comprendió que la impopularidad de los impuestos tendía a limitar la capacidad de gasto de los gobiernos. Pero, si los gobiernos se liberan de la necesidad de recaudar impuestos para obtener ingresos, como les permiten hacer los bancos centrales, se desatan.
No hay una regla de Taylor, sino varias, dependiendo de cómo se interpreten las mediciones de la economía por parte del gobierno. La regla de Taylor tampoco aborda el problema fundamental de coordinar las acciones de muchos individuos diversos en una economía, por lo que no puede protegernos de la mala inversión y las burbujas.
Lo que divide hoy al movimiento, la verdadera división, no es el anarquista frente al minarquista, sino el radical versus el conservador. Dios, danos radicales, sean anarquistas o no.
Aunque en gran medida olvidado hoy en día, el repudio de la deuda pública es una parte sólida de la tradición americana.
Para evitar un mayor debilitamiento de los procesos reales de generación de riqueza, es necesario introducir controles más estrictos sobre los bancos.
Los errores cometidos por la Fed son el resultado previsible de dar el control del sistema monetario y financiero a una agencia gubernamental.
Un think tank de formulación de políticas que trabaja en una docena de campos o más es una causa perdida desde el primer día.
La percepción de que algo está fundamentalmente mal en las sociedades occidentales explica por qué Hessel ha vendido millones de copias de su breve y provocativo panfleto.
