La Fed

El movimiento por el dinero alternativo es el resultado de la historia de la mala gestión monetaria del gobierno.

Los modelos económicos de los bancos centrales predicen que son necesarios tipos negativos más profundos en caso de que se materialice una recesión significativa. Esto sería un desastre.

Los banqueros centrales como Alan Greenspan parecen pensar que se puede confiar en que los banqueros centrales actúen con moderación. Ese es un plan arriesgado, especialmente si se tiene en cuenta que se podrían imponer restricciones verdaderas y confiables a la oferta de dinero mediante la adopción del dinero de los productos básicos.

La Reserva Federal nos quiere hacer creer que tiene un historial impresionante de éxito en la prevención de recesiones y la mejora de la economía. El registro histórico actual sugiere lo contrario.

Shelton ha sido condenada por «expertos» de ambos lados, pero cualquiera que comparara a la Reserva Federal con los planificadores centrales soviéticos es un pensador independiente que vale la pena considerar.

Con una economía en crecimiento del 2,1%, un desempleo del 3,6%, la creación de 170.000 puestos de trabajo al mes y una inflación subyacente estimada del 2%, no hay datos objetivos que justifiquen la reducción de las tasas que ya son artificialmente bajas.

El «efectivo digital» es la última y terrible idea de aquellos que quieren dar a los bancos centrales más poder para inmiscuirse en la economía.

Los conservadores han afirmado a menudo que el libertario (también conocido como «liberal clásico») alega «la libertad humana como un imperativo moral único». Pero dudo que un solo ejemplo de esto pueda encontrarse en toda la historia del liberalismo.

Dicho simplemente, los proponentes del patrón oro buscan un dólar que se confíe ampliamente como una medida constante de valor. Nada más. Nada menos.

En este testimonio ante el Congreso, Joseph Salerno describe cómo solucionar el problema de la banca de reserva fraccionaria.