Numerosos expertos de los medios de comunicación conservadores nos dicen que el ejército se enfrenta a recortes de proporciones históricas. De hecho, el gasto militar se mantiene cerca de los máximos históricos y Obama ha gastado más dinero de los impuestos en la defensa nacional que Reagan durante la Guerra Fría.
Dondequiera que miremos, los gobiernos están tratando de mejorar y extender su propio poder. Entonces, ¿por qué tantos de esos mismos gobiernos están ansiosos por firmar acuerdos de «libre comercio». Es porque tales acuerdos no tienen nada que ver con el libre comercio.
Muchos comentaristas se centran en los inmigrantes cuando declaran que las personas que viven del gasto público no deberían poder votar. Sin embargo, no faltan los ciudadanos de larga data que también tienen un incentivo para que el dinero de los impuestos siga fluyendo el mayor tiempo posible.
Reducing government spending results in an immediate increase in welfare for all productive members of the economy. But, the way we calculate economic growth is rigged to make it look like more government spending fuels economic growth.
Ludwig von Mises comprendió que la impopularidad de los impuestos tendía a limitar la capacidad de gasto de los gobiernos. Pero, si los gobiernos se liberan de la necesidad de recaudar impuestos para obtener ingresos, como les permiten hacer los bancos centrales, se desatan.
Los libertarios nunca deben hacer concesiones, aunque eso signifique aceptar victorias parciales.
Continuar por el camino que los estadounidenses hemos recorrido durante el último siglo es, en última instancia, entregarnos completamente en manos de un gobierno ilimitado.
Ese gobierno ha logrado corromper nuestro sentido de la justicia hasta el punto de que puede perpetrar un fraude tan transparente sobre cualquier ser humano plenamente consciente. Es un argumento más a favor de la sociedad libre y en contra del Estado.
Presentado en el Círculo Mises en California Sureña el 6 de mayo de 2006 en Costa Mesa, California.
Ninguna revolución moderna estaba más arraigada en los impuestos que la revuelta de las Trece Colonias en la Norteamérica británica, escribe Charles Adams.
