La reciente iniciativa de condonación de préstamos estudiantiles del presidente Biden no hace sino agravar el verdadero problema: el coste de la educación universitaria, gracias a la intervención del gobierno, es escandalosamente alto.
Uno duda de que la llamada Ley de Reducción de Inflación vaya a reducir la inflación. Sin embargo, causará estragos en la economía de EEUU con su mezcla letal de impuestos, regulaciones, subsidios y capitalismo de amiguetes.
Los keynesianos afirman que los recortes de impuestos son buenos porque ayudan a aumentar el gasto de los consumidores. Pero he aquí por qué esto no importa.
Con la declaración de una falsa crisis y retorciendo una oscura ley, el presidente Joe Biden ha invocado una masiva transferencia de riqueza que beneficia a los más privilegiados de nuestra sociedad.
Las élites atacan al gobierno de Mauricio por tener tipos impositivos más bajos que otros países africanos. El verdadero problema son los niveles de imposición de otros países africanos.
Los textos estándar de economía neoclásica afirman que un impuesto pigouviano conducirá al precio y la producción «óptimos» de un bien. Pero la «optimalidad» es un mito.
Ha habido demasiada concentración en la forma de los impuestos y no lo suficiente en su monto total.
Las economías africanas no están siendo estranguladas por el capitalismo sino por el estatismo, que ha impuesto inflación, deuda y altos impuestos.
Las clases políticas progresistas de California tienen ahora un plan para imponer un sistema de pagador único para la atención médica. Si se impone, será costoso pero también ineficaz.
El Fair Tax es una supuesta alternativa al impuesto sobre la renta. Pero el nombre no importa, ya que un impuesto sigue siendo un impuesto.
