Suprime el ruido mediático y recuerda las prioridades económicas
La prosperidad moderna es asombrosa, pero puede desaparecer rápidamente si falla nuestra unidad monetaria. Tenemos que seguir luchando por una moneda sana.
La prosperidad moderna es asombrosa, pero puede desaparecer rápidamente si falla nuestra unidad monetaria. Tenemos que seguir luchando por una moneda sana.
A medida que la administración Biden aumenta el gasto público —y el déficit presupuestario— hasta niveles nunca vistos en tiempos de paz, la realidad se impone. Ninguna economía ni ninguna moneda puede resistir este ataque explosivo durante mucho tiempo.
Mientras las élites gobernantes y la Reserva Federal intentan vender el dinero digital como «moderno» y «cómodo», plantea amenazas a la privacidad financiera y a las libertades civiles.
La revolución de la inteligencia artificial y la robótica continúa. A medida que los empresarios encuentran nuevas formas de utilizar estas cosas de forma rentable, aumenta la riqueza general de las naciones.
Los funcionarios del gobierno de EEUU, desde el presidente Biden hasta la secretaria Yellen, creen que los EEUU puede financiar guerras interminables, pero la realidad es que el pueblo americano está sufriendo.
Gracias al crecimiento exponencial del gobierno y la regulación, la sociedad optimista de Volver al futuro se está convirtiendo rápidamente en el mundo distópico de Escape de Nueva York o Death Wish.
La crisis de la asequibilidad está sobre nosotros. Vivienda, comida, lo que sea, la vida es cara. El gobierno culpa a los negocios, pero quizá los funcionarios deberían mirarse en el espejo.
Nicolás Maquiavelo, a menudo criticado por sus opiniones sobre el uso del poder político, comprendía los peligros del gasto público descontrolado. Quizá nuestros propios líderes políticos deberían leer «El príncipe».
Olvídate de las apuestas deportivas de Las Vegas por especulación temeraria. Cuando los funcionarios de la Fed hacen pronósticos, los mercados dan por sentado que son exactas. Sin embargo, como admite el propio Jerome Powell, los pronósticos son, en el mejor de los casos, especulativos.
En otra cruzada, las autoridades de los EEUU han sancionado las importaciones chinas de algodón. Las sanciones no cambiarán la política china, pero crearán dificultades para muchos.