Las cinco etapas del duelo por quiebra bancaria
Conocemos las cinco etapas del duelo. Sin embargo, no es difícil aplicarlas a lo que le está ocurriendo al sistema bancario. Ahora mismo, estamos en la segunda etapa: la ira.
Conocemos las cinco etapas del duelo. Sin embargo, no es difícil aplicarlas a lo que le está ocurriendo al sistema bancario. Ahora mismo, estamos en la segunda etapa: la ira.
Una nueva encuesta de la Fed muestra que los bancos están recortando los préstamos a lo grande. En los últimos treinta y cinco años, esto casi siempre predice la recesión. Nuestra economía no puede sobrevivir sin nuevas e interminables inyecciones de dinero fácil.
Abril fue otro mes de descenso de los salarios reales, y fue el vigésimo quinto mes consecutivo en el que el crecimiento de los salarios medios por hora no pudo seguir el ritmo de la inflación de los precios.
A pesar de la palabrería tranquilizadora de la Casa Blanca y los funcionarios de la Fed, el sistema financiero es cada vez más frágil e inestable. Quizá toda esa intervención de la última década no fue acertada.
Según cualquier medida convencional de las finanzas, la Reserva Federal tiene un patrimonio negativo. A largo plazo, maquillar las cuentas sólo sirve para aplazar el día del juicio final.
La combinación de tipos más altos y menor optimismo sobre la economía, más las caídas de las acciones, las inversiones privadas y las valoraciones de los bonos, va a conducir inevitablemente a una contracción masiva del acceso al crédito y la financiación.
Si la Fed se toma en serio la reducción de la inflación de precios, es difícil ver cómo puede hacerlo al tiempo que garantiza más liquidez a un sistema bancario obviamente frágil.
Mientras la Fed y la administración Biden intentan asegurar a los americanos que sus bancos son seguros, las cifras dicen otra cosa.
El dólar se convirtió en la moneda gobal dominante no tanto por sus propios méritos, sino por la autodestrucción de la libra esterlina provocada por el Estado y el banco central británicos.
Canadá creó su banco central durante la Gran Depresión, aparentemente para estabilizar la moneda y proteger el sistema bancario. Hoy, ese sistema se está desmoronando, gracias a las políticas inflacionistas del banco central.