Buena lógica previene mala regulación
Gran parte de la regulación gubernamental —y especialmente la que vimos durante la era covid— es francamente ilógica y produce resultados dañinos. Quizá convenga un poco de lógica.
Gran parte de la regulación gubernamental —y especialmente la que vimos durante la era covid— es francamente ilógica y produce resultados dañinos. Quizá convenga un poco de lógica.
Todos hemos vivido alguna vez el cierre de una carretera gubernamental y las pesadillas de tráfico y seguridad que genera. Las carreteras privadas pueden ser la solución al problema.
Los jamaicanos están dispuestos a aceptar el comportamiento autoritario del Estado en nombre del rechazo al colonialismo.
Algunos críticos del mercado afirman que los mercados sólo son eficaces en condiciones casi imposibles de competencia perfecta, entre otras críticas. Deirdre McCloskey aborda estas cuestiones y otras más, como señala David Gordon en esta reseña.
Dado que el gobierno lo regula casi todo, no es de extrañar que las normativas prohíban a menudo la venta y el consumo de leche cruda. Como muchas otras normativas, estas prohibiciones reflejan favoritismo político, no la ciencia de la salud.
Las últimas medidas de la Unión Europea contra Elon Musk y X son un último aliento en el intento de controlar la expresión y la libre investigación en Internet. Si la UE tiene éxito, las consecuencias no se limitarán a Europa.
Como cualquier otro programa gubernamental diseñado para hacer algo «más asequible», el programa de préstamos a estudiantes ha conseguido llevar las matrículas universitarias a niveles atmosféricos y cargar a los estudiantes con niveles masivos de deuda.
Las élites mundiales se reunieron en un nuevo intento de rehacer el mundo con una imagen diferente, invocando el llamado cambio climático como catalizador de la reunión. Como te puedes imaginar, su «buena» sociedad no es muy buena para los que no son élites.
Aunque las leyes de zonificación no explican todo el sinhogarismo en este país, contribuyen a que la vivienda sea menos asequible, poniendo en la calle a más personas que ya no pueden pagar un lugar donde vivir.
África, aunque rica en recursos naturales, está lastrada por la corrupción gubernamental, las políticas socialistas y la falta de libertad económica. Sólo cabe esperar un cambio.