Poder y mercado

Los impuestos federales sobre la renta tienen como objetivo casi exclusivo el control y no los ingresos. Las reglas bizantinas y la aplicación selectiva están perfectamente diseñadas para mantener a la gente común con medios limitados en el temor mortal al IRS.

Para Kashkari, el «gran debate» que se está produciendo en los círculos económicos se centra en el «sobrecalentamiento de la economía» y en cuánto tiempo seguirán subiendo los precios de los bienes y servicios.

El pasado mes de junio, Nicole Harper, residente en Arkansas, conducía cerca de Jacksonville, Arkansas, cuando el policía estatal de Arkansas Rodney Dunn se detuvo detrás de ella y le hizo una señal para que se detuviera.

Una de las «facilidades temporales de préstamo de emergencia» de la Reserva Federal está siendo liquidada. Como se anunció el miércoles, se espera que se vendan todos los activos adquiridos en el marco de la Facilidad de Crédito Corporativo del Mercado Secundario (SMCCF).

Una población no bancarizada, una economía dependiente de las remesas y la dolarización. Estos factores se combinan para hacer de El Salvador un caso de estudio perfecto para la bitcoinización.

El Banco de la Reserva Federal (la Fed) y la administración Biden están socavando sistemáticamente la estabilidad de la economía americana con una serie de políticas imprudentes y destructivas.

Lo llaman «dinero barato». Vivimos en un mundo en el que con sólo pulsar un interruptor o hacer clic con el ratón se pueden crear entre miles y billones de dólares que luego se prestan a ciertos miembros de nuestra sociedad. Dicho esto, devolver ese dinero no es tan barato.

El uso de la agenda woke como excusa para politizar aún más la asignación de capital y seguir ampliando la política de dinero fácil y tipos de interés bajos de la Fed acelerará y profundizará la próxima crisis económica.

Una buena definición de la tragedia de los comunes es que «los recursos que no tienen dueño y/o que no son propiedad serán saqueados hasta su extinción».

Si bien la reciente represión del poder de las universidades públicas se ha producido principalmente en el ámbito del discurso y la expresión, como casi todas las instituciones gubernamentales, han aprovechado el covid-19 como una oportunidad para controlar aún más a los estudiantes.