Los préstamos estudiantiles son el «factor fraude» que permite la especulación institucional
Imagine que el presidente de un colegio o universidad americana hace la siguiente declaración pública:
«Lamento que mi institución, junto con muchas otras, haya contribuido a la onerosa deuda federal de los préstamos estudiantiles y al aumento de los niveles de las matrículas universitarias, permitiendo que nuestras instituciones se beneficien de la existencia del dinero de los préstamos estudiantiles. Al mismo tiempo, hemos fracasado a la hora de ofrecer a nuestros estudiantes las habilidades y conocimientos adecuados para competir en el mundo actual.»