La tiranía de la TSA se vuelve adorable
El historial de incompetencia de la TSA es asombroso, incluso para una agencia gubernamental. Cualquier queja, como muestra este artículo, será vista como subversión.
El historial de incompetencia de la TSA es asombroso, incluso para una agencia gubernamental. Cualquier queja, como muestra este artículo, será vista como subversión.
¿Cómo nos protegemos contra la desinformación cuando las empresas se unen con el gobierno para promover cosas que simplemente son falsas? Como señaló Murray Rothbard, las personas aún tienen razón y libre albedrío para tomar decisiones por sí mismas.
Aunque el Bitcoin y otras criptomonedas pueden aturdir la mente con sus complejas relaciones, sin embargo, estamos siendo testigos del desarrollo de una economía paralela que ha surgido a raíz de la dañina intervención gubernamental.
Los igualitaristas modernos restan importancia a la idea del libre albedrío, alegando que éste sólo es relevante si los individuos no tienen interferencias en sus elecciones.
Si bien las recientes elecciones al Parlamento Europeo han planteado preguntas sobre el papel de Irlanda en la UE, la verdad es que el papel histórico de Irlanda en la civilización de Europa nos recuerda que Irlanda es más europea que la propia UE.
Los políticos y los fondos de cobertura que promueven las puntuaciones y la inversión «medioambiental, social y gubernamental» (ESG) lo hacen con la idea de mejorar el bienestar social. De lo que no se dan cuenta es de que estas preocupaciones ya se tienen en cuenta en la acción humana.
Los regímenes socialistas suelen seguir el mismo manual: prometen mucho, cumplen poco y, al final, culpan al capitalismo. Venezuela es la última entidad socialista que ha entrado en el Salón de la Fama de los Estados Fallidos.
El reciente plan de «vivienda» de la campaña de Kamala Harris está siendo promocionado en los medios de comunicación como una «solución» para los problemas de vivienda de esta nación. Sin embargo, el plan, si se aplica, será como intentar apagar un fuego echándole gasolina.
Puede que no haya sido creado en el laboratorio de un científico loco, pero el euro sigue siendo una moneda fabricada, improvisada a partir de una serie de unidades monetarias nacionales. De hecho, es la moneda Frankenstein perfecta.
Hace años, la publicación izquierdista The Intercept afirmaba que la inflación sólo perjudica al «uno por ciento», pero es «buena» para todos los demás. La verdad es distinta, ya que las políticas inflacionistas de la Fed han beneficiado a la clase de los amiguetes con conexiones políticas.