Mises Wire

«Gastar ahora, y lidiar con las consecuencias después» es la peor política

La flexibilización cuantitativa se diseñó como una herramienta para dar tiempo a los gobiernos a aplicar reformas estructurales, impulsar el crecimiento y fortalecer la economía. Sin embargo, se ha convertido en una herramienta para aumentar el tamaño del gobierno y asumir niveles de deuda cada vez más arriesgados.

La economía de los Estados Unidos no se ha fortalecido en el periodo de enormes estímulos fiscales y monetarios, como muestran los últimos datos. Necesita cada vez más unidades de deuda para generar una nueva unidad de producto interior bruto (PIB), la productividad es extremadamente pobre y los indicadores adelantados son negativos.

El principal problema de la política monetaria flexible es que aumenta masivamente el tamaño del gobierno al entrar, mediante la monetización de la deuda y el gasto deficitario, pero también amplía el gobierno al salir, ya que las subidas de tipos y las restricciones de liquidez afectan a los hogares y a las pequeñas empresas, pero el gasto deficitario y el aumento de la deuda pública se mantienen. Este periodo de «endurecimiento» es especialmente negativo en este efecto de desplazamiento porque el gobierno presenta cada semana nuevos paquetes de gasto mientras la Fed intenta contener la inflación frenando el crecimiento de la demanda. El sector público no se ve afectado por la normalización de la política monetaria, pero el sector productivo privado sufre el embate.

Cuando el banco central intenta reducir la inflación con subidas de tipos y contracción monetaria pero el gobierno aumenta el gasto y mantiene un ritmo de endeudamiento asombroso lo que sigue es la confiscación de la riqueza y el estancamiento.

Las últimas cifras de desempleo muestran la divergencia entre las cifras positivas de los titulares y la realidad. Sí, la tasa oficial de desempleo es ópticamente baja, del 3,7 por ciento, pero la tasa de participación laboral se mantiene en el 62,4 por ciento, es decir, 1,0 punto porcentual por debajo de su nivel de febrero de 2020. La relación entre el empleo y la población, del 60,1 por ciento en agosto, también se mantiene 1,1 puntos porcentuales por debajo de su valor de febrero de 2020, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU (BLS). El crecimiento de los salarios reales es negativo y la confianza de los consumidores sigue siendo extremadamente baja. El rastreador de la confianza del consumidor de EEUU de Ipsos-Forbes Advisor volvió a caer por debajo de la marca de 50 puntos, que indica contracción, en la primera semana de septiembre. Se trata de siete puntos menos que el nivel de enero. Los subíndices de corriente e inversión están ambos por debajo de la marca de 40 puntos, que indica una grave contracción, por sexta y cuarta vez este año, respectivamente.

El sector privado está realmente en mal estado. El PMI sectorial global de EEUU de agosto muestra todos los sectores en contracción. El informe afirma que el sector financiero «sigue registrando la caída más rápida de la actividad», el sanitario «señala el mayor descenso de la actividad registrado», mientras que el industrial y el tecnológico caen en territorio de contracción. ¿Y dicen que no hay riesgo de recesión?

Se prevé que la economía de EEUU añada solo 8,3 millones de puestos de trabajo entre 2021 y 2031, también según el BLS. Se prevé que el empleo total crezca un 0,5% anual, lo que supone la mitad del crecimiento anual del 1,0% registrado durante la década 2011-21. Esto, en un periodo en el que se estima que la deuda pública aumentará en otros 10 billones de dólares con un gasto medio anual de déficit de un billón.

Piensa en la tendencia por un segundo. El gobierno añade billones de los llamados estímulos a la economía, el efecto multiplicador es inexistente incluso cuando todas las condiciones siguen siendo positivas, entonces el mismo gobierno aumenta la deuda y los déficits de nuevo debido a un factor exógeno, y el resultado es aún más deuda.

En las últimas tres décadas el resultado es siempre el mismo. La economía de los Estados Unidos sale de una crisis con una deuda significativamente mayor, un menor crecimiento del empleo, un crecimiento más débil de los salarios reales y una recuperación más lenta del PIB. ¿Por qué? El gasto gubernamental en todo y para cualquier ocasión es el equivalente a que un atleta se coma un pastel para afrontar las desafiantes curvas y espere correr más rápido después.

La excesiva intervención monetaria y fiscal ha dejado una inflación más alta y una economía más débil. Las subidas de tipos pueden ayudar a reducir la inflación, pero el gasto deficitario permanente seguirá erosionando el poder adquisitivo de los salarios y los depósitos.

Los Estados Unidos parece ir camino de una contracción del sector privado de niveles sin precedentes, ya que puede afectar a todas las industrias relevantes al mismo tiempo. La divergencia entre el indicador ISM y el indicador S&P Global PMI también muestra otra tendencia preocupante: a las grandes empresas les va bien en una economía de alta inflación y bajo crecimiento, pero las pequeñas y medianas empresas, que crean alrededor del 65% del empleo, están en profunda contracción.

Algún día comprenderemos que las medidas relacionadas con la oferta crean menos titulares pero tienen un mejor impacto en la economía que un aumento constante del tamaño y el gasto del gobierno seguido de más deuda, más impuestos y más inflación.

image/svg+xml
Image Source: Adobe
Note: The views expressed on Mises.org are not necessarily those of the Mises Institute.
What is the Mises Institute?

The Mises Institute is a non-profit organization that exists to promote teaching and research in the Austrian School of economics, individual freedom, honest history, and international peace, in the tradition of Ludwig von Mises and Murray N. Rothbard. 

Non-political, non-partisan, and non-PC, we advocate a radical shift in the intellectual climate, away from statism and toward a private property order. We believe that our foundational ideas are of permanent value, and oppose all efforts at compromise, sellout, and amalgamation of these ideas with fashionable political, cultural, and social doctrines inimical to their spirit.

Become a Member
Mises Institute