Dinero y Banca

Cuando los gobiernos devalúan la moneda para impulsar más exportaciones, el país se está enriqueciendo en términos de divisas, pero se está empobreciendo en términos de riqueza real.

Suponga que un orador convincente sale mañana en la televisión e incita al público: «El sistema bancario de este país es insolvente».

El impacto psicológico de toda una vida dentro de una economía de dinero fiduciario no puede ser subestimado. Con más riqueza aparentemente disponible con el clic de un botón de la computadora, la negativa a gastar más en programas del gobierno debe provenir sólo de la crueldad y la codicia.

La política monetaria inflacionaria está impulsando a los mercados hacia empresas cada vez más grandes y monopolísticas que dominan el mercado.

Cuantas menos actividades de burbuja no productiva tengamos, mejor será para aquellas actividades que realmente generan riqueza. Pero los intentos de revertir la deflación con la creación de nuevo dinero sólo crean nuevas burbujas.

La abenomía, el keynesianismo japonés con esteroides, ha hecho a los ricos más ricos y a todos los demás más pobres.

El Imperio Romano se desmoronó porque carecía del espíritu del liberalismo y la libre empresa.

No es casualidad que el siglo de guerra total coincidiera con el siglo de la banca central.

Los políticos, que afirman que una semana en la política es a largo plazo, no ven ningún problema.

Los banqueros centrales afirman que una sobreabundancia de ahorros a nivel mundial está llevando el tipo de interés «natural» a niveles negativos. Están equivocados.