¿Quién hace realmente la política exterior de EEUU? ¿Quién se beneficia y quién pierde?
La política exterior americana es un marasmo de cabildeo, pagos, decisiones y juegos de poder que viola las normas que este país dice promover.
La política exterior americana es un marasmo de cabildeo, pagos, decisiones y juegos de poder que viola las normas que este país dice promover.
La Reserva Federal debía evitar las recesiones que la gente achacaba a la falta de banca central. No es de extrañar que las recesiones posteriores a la Fed hayan sido peores.
La deflación real —tanto la inflación monetaria como la inflación de precios— es necesaria, y eso sólo puede lograrse si la Fed puede resistir la tentación de seguir haciendo lo que ha estado haciendo desde 2008.
La Reserva Federal sube los tipos de interés y ya sabemos lo que sigue, dado que se ha acumulado más de una década de malas inversiones: recesión severa.
¿Te sentiste feliz cuando el gobierno te dio un cheque pagado con dinero impreso? Mira ahora como tus comestibles diarios, la gasolina y la energía se vuelven inasequibles.
Ben Bernanke afirmó una vez que un patrón monetario de oro causaba inestabilidad económica. No mencionó que su estándar monetario fiat provoca los ciclos de auge-caída.
Una crítica habitual a los mercados libres es que éstos promueven la desigualdad. Es hora de desmentir esta falsa afirmación.
Aunque se culpa a los medios sociales de muchos males sociales, la enfermedad no viene de Twitter o Facebook, sino de cómo las clases dirigentes han politizado la vida misma.
Ni la guerra de Ucrania ni los duros cambios climáticos amenazarían con una escasez mundial de alimentos en un entorno de mercado normal. Por desgracia, los mercados mundiales están plagados de regulaciones, lo que acaba con la producción.
Los textos estándar de economía neoclásica afirman que un impuesto pigouviano conducirá al precio y la producción «óptimos» de un bien. Pero la «optimalidad» es un mito.