Salud

Los regímenes del mundo llevan mucho tiempo dedicándose a regular todos los aspectos de la «salud» de acuerdo con lo que quieren los planificadores centrales. El pánico covid les ofreció la oportunidad de ampliar enormemente estos poderes.

Desgraciadamente, la prensa corporativa y los funcionarios de salud pública han determinado que para responder al coronavirus es necesario un gobierno de un solo hombre por decreto ejecutivo, sin que lo impida ninguna concepción de la libertad individual.

La actual política de prohibición del cannabis crea un atraso científico en cuanto a los beneficios de los medicamentos cannabinoides y su daño real.

Por supuesto, los científicos nunca debieron dirigir nuestra sociedad. La clase tecnócrata no puede poseer todos los conocimientos necesarios para dirigir eficazmente la vida de 330 millones de americanos. Pero eso no les impedirá intentarlo.

La UE lleva mucho tiempo afirmando que la adquisición de vacunas es una prioridad absoluta. Pero incluso para los propios estándares de Bruselas, los planes de planificación centralizada de Bruselas han fracasado una vez más.

Los defensores de los confinamientos afirman que el miedo al virus es lo que realmente mantiene a la gente en casa —y por tanto ha provocado la destrucción económica del año pasado. Pero también afirman que, sin los confinamientos forzosos, la gente volverá rápidamente a la normalidad. Ambas cosas no pueden ser ciertas.

Mientras que algunos países de Europa muestran signos de levantar pronto todas las restricciones, los llamados líderes de Irlanda dicen a los ciudadanos que no se puede garantizar que puedan siquiera vacacionar en su propio país este verano.

La experiencia de la vacuna covid en Israel muestra que se evita una muerte por cada 26.000 inyecciones de la vacuna, con un coste de 1 millón de dólares. Se evita una hospitalización por cada 5.000 inyecciones, con un coste de 160.000 dólares cada una.

Los responsables de los confinamientos de covid siguen sin tener una explicación de por qué California y Florida —con políticas de covid tan diferentes— tienen tasas de mortalidad de covid similares. El portavoz de la Casa Blanca sobre el asunto sólo pudo decir que «está un poco más allá de nuestra explicación».

Obligar a una persona a tomar medicamentos o vacunas en beneficio de otra persona se opone directamente a las nociones básicas de propiedad y derechos humanos.