La economía es un desastre: ¿qué lecciones aprenderemos?
Mientras la inflación avanza y la economía implosiona lentamente, también aprendemos valiosas lecciones.
Mientras la inflación avanza y la economía implosiona lentamente, también aprendemos valiosas lecciones.
Aunque la izquierda controla la mayor parte del gobierno y ha corrompido la mayoría de nuestras instituciones, hay formas de contraatacar.
Los progresistas como Robert Reich afirman ahora que no hay inflación, sino que las empresas suben los precios arbitrariamente para poder aumentar sus ganancias. Tales afirmaciones no pasan la prueba de la lógica económica.
Los progresistas afirman que, aunque reconocen la presencia de la escasez, podemos rechazar una «mentalidad de escasez» porque los gobiernos pueden ordenar el fin de la escasez por decreto.
Los profesorados universitarios se han inclinado históricamente hacia el centro-izquierda, pero hoy en día, una rígida ideología progresista es impuesta no sólo por el profesorado, sino también por las administraciones de la educación superior.
Los investigadores que se muestran escépticos ante muchas de las narrativas actuales sobre el cambio climático son llamados burlonamente «negacionistas». Sin embargo, dado que el escepticismo en sí mismo es un fundamento del análisis científico, los escépticos tienden a ser pensadores racionales-analíticos y menos propensos a abrazar teorías falsas.
El actual brote de inflación es el último desastre de una serie de catástrofes causadas por la degradación gubernamental de un dinero que antes era sano.
La reciente iniciativa de condonación de préstamos estudiantiles del presidente Biden no hace sino agravar el verdadero problema: el coste de la educación universitaria, gracias a la intervención del gobierno, es escandalosamente alto.
Barack Obama prometió «acabar con el hambre infantil» para 2015. Michelle Obama prometió acabar con la obesidad infantil. Desgraciadamente, ambas aumentaron en gran parte gracias a los programas de Obama. Hoy, el presidente Biden declarará la guerra al «hambre en América». Estén atentos.