La «justicia social» no es ni social ni justa
El gran Thomas Sowell se enfrenta a la industria de la justicia social. Como siempre, sus argumentos son excelentes, aunque, como señala David Gordon, la lógica aconseja ir aún más lejos.
El gran Thomas Sowell se enfrenta a la industria de la justicia social. Como siempre, sus argumentos son excelentes, aunque, como señala David Gordon, la lógica aconseja ir aún más lejos.
Olvídate de la noción de que las Fuerzas Armadas están bajo control civil. Lo que los generales quieren, los generales lo consiguen.
Mientras los políticos de todos los niveles debaten el pago a los americanos de raza negra de «indemnizaciones» por la esclavitud, un estudio minucioso de las diferencias de riqueza entre grupos étnicos demuestra que los prejuicios étnicos explican muy poco. Hay otros factores más importantes.
En comparación con la mayoría de la población mundial, el nivel de vida de los americanos es alto. Y a pesar de lo que se dice sobre la desigualdad, aquí hay más movilidad económica y social que en ningún otro lugar.
Keynes denunció el oro monetario como «una reliquia bárbara». Al final, será esa «bárbara reliquia» la que derroque el régimen del papel moneda.
Washington está paranoico con las actuales acciones chinas. Sin embargo, es Washington quien ha sido el agresor en los asuntos mundiales.
En una sociedad libre, los crímenes políticos como la traición y el «libelo sedicioso» son escasos. En los regímenes despóticos, en cambio, los crímenes políticos se multiplican.
Mientras criticamos a la Fed por sus depredaciones monetarias de los últimos años, en realidad deberíamos fijarnos en el daño que la Fed ha causado durante más de un siglo. Su historial es pésimo.
Si el siglo XX fue el siglo americano, el XXI se está convirtiendo en el siglo de la bancarrota americana.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el dólar de EEUU ha sido la moneda de reserva mundial. Este estatus puede cambiar porque las autoridades monetarias de EEUU insisten en inflar el dólar hasta el olvido.