Cómo aprendí a empezar a preocuparme y a odiar los bombardeos
Fue por estas fechas, en marzo de 2003, cuando empezaron a caer las bombas sobre Bagdad. Lo recuerdo bien. Observé con un poco de inquietud cómo las noticias de la televisión mostraban una imagen tras otra de destellos fosforescentes que iluminaban el negro cielo nocturno del desierto.