El reciente estallido de las acciones de GameStop ha revelado, por si alguien aún lo dudaba, que el centro del mundo de payasos no es Washington, DC, ni Silicon Valley, sino Wall Street.
Casi inmediatamente después de su toma de posesión, el presidente Joe Biden comenzó a crear nuevos dictados gubernamentales a través de órdenes ejecutivas. Muchas de estas órdenes ejecutivas están relacionadas con el coronavirus, cumpliendo la promesa de Biden de hacer de la intensificación de un ataque contra la libertad inspirado en el coronavirus un objetivo de sus primeros cien días.
Durante el último año, mientras la violencia ha estallado en ciudades de todo Estados Unidos e incluso en el edificio del Capitolio en Washington, DC, los partidarios han insistido rutinariamente en que el saqueo, el vandalismo, el terrorismo, los incendios, las palizas y los asesinatos son «operaciones de bandera falsa».
Cuando un banco central controla la curva de rendimiento, ¿no deberíamos llamarlo control de la curva de rendimiento? El martes pasado Bloomberg escribió acerca de cómo el Banco Central Europeo (BCE) está implementando lo que podría ser percibido como control de la curva de rendimiento.
La escuela austriaca y las perspectivas de la teoría económica se aplican muy bien a los negocios en general, como se ve en las reflexiones de Clay Miller y en los artículos de Hunter Hastings y Peter Klein, sobre todo cuando se trata de desarrollar ventajas para las empresas receptivas en un entorno dinámico.
En la audiencia de confirmación del martes en el Senado, la ex presidente de la Reserva Federal recogida como Secretario del Tesoro de EEUU del Presidente Biden, Janet Yellen afirmó tener una apreciación de la carga de la deuda de la nación, y luego procede a mostrar que claramente no la tiene.
Los estrictos confinamientos impuestos por los gobiernos para frenar la propagación del COVID-19 siguen obligando a más y más gente en todo el planeta a trabajar desde casa.
Así que has oído que las grandes compañías de tecnología han trascendido el molesto libre mercado y han alcanzado las alturas de la política partidista... y actúan en consecuencia.
Si el escepticismo de las elecciones de 2020, alimentado por las acciones de una nueva administración, finalmente convence a más de 50 millones de partidarios de Trump de que los bárbaros en el Beltway no los representan, entonces la presidencia de Trump será, a pesar de sus propias acciones, la disrupción que las élites estadounidenses realmente temían.
The Mises Institute is a non-profit organization that exists to promote teaching and research in the Austrian School of economics, individual freedom, honest history, and international peace, in the tradition of Ludwig von Mises and Murray N. Rothbard.
Non-political, non-partisan, and non-PC, we advocate a radical shift in the intellectual climate, away from statism and toward a private property order. We believe that our foundational ideas are of permanent value, and oppose all efforts at compromise, sellout, and amalgamation of these ideas with fashionable political, cultural, and social doctrines inimical to their spirit.