Mientras los políticos californianos y el New York Times culpan al «cambio climático» de los desastrosos incendios forestales de Los Ángeles, en realidad la culpa es de esos mismos políticos. Sus políticas han garantizado que algo así ocurriera.
Esto contradice meses de afirmaciones de Jerome Powell, que ha insistido en que la inflación de precios estaba volviendo rápidamente al objetivo de inflación de precios del dos por ciento de la Fed.
Honduras es uno de los países más pobres del hemisferio occidental, pero la ciudad libre de Próspera, situada justo en la costa hondureña, es cualquier cosa menos pobre. Aquí, la propiedad privada y el libre mercado son la norma y Bitcoin es moneda de curso legal.
Las compañías de seguros cancelaron la cobertura de las casas de los barrios que luego ardieron. Los funcionarios del gobierno culpan al cambio climático, pero el verdadero problema reside en los gobiernos estatales y locales.
Puede que Washington tenga que fabricar alguna razón que explique por qué la secesión es buena para Groenlandia, pero la secesión es horrible cuando la intentan los americanos.
Mientras Donald Trump se prepara para tomar posesión de nuevo, esperamos los daños que seguramente se producirán si sigue adelante con sus amenazas de imponer aranceles históricamente altos contra todos los demás. Esperemos que prevalezca el sentido común económico.
El «derecho» a la «justicia climática» se utiliza ahora como fundamento de demandas judiciales en algunos estados norteamericanos. Desgraciadamente, las cortes se lo están tomando en serio.
Los nacionalsocialistas alemanes (nazis) se inspiraron en la URSS y en otros socialistas europeos.
Tanto los monetaristas como los keynesianos creen que una economía en crecimiento requiere una oferta monetaria creciente, de ahí el «objetivo» de inflación del dos por ciento de la Reserva Federal.
Funcionalmente, no hay ninguna diferencia entre la Medalla de la Libertad de EEUU y las condecoraciones de la Orden de Lenin que entregaba la antigua Unión Soviética.
