Cuando los mercados son mayoritariamente libres, los precios se ajustan libre y constantemente para adaptarse a las nuevas realidades. Sin embargo, Keynes no entendió cómo las rigideces del mercado son causadas por la intervención del gobierno. En cambio, culpó a los mercados.
Los candidatos políticos ofrecen un gasto gubernamental interminable y «cosas gratis» para todos. Pero, al mismo tiempo, los gobiernos parecen incapaces de realizar incluso tareas básicas como acabar con los disturbios callejeros.
En última instancia, somos responsables de garantizar nuestra propia seguridad y nuestros incentivos están alineados con los de terceros con los que podemos contratar para que nos ayuden. En este sentido, la seguridad no es diferente de muchas otras cosas deseables.
El déficit comercial crónico de EEUU es un resultado directo del estatus del dólar como principal moneda de reserva del mundo y de los incesantes aumentos monetarios del gasto público. Más aranceles no cambiarán eso.
Los seres humanos no tienen escalas de valores constantes, sino que cambian sus objetivos constantemente a medida que cambia el mundo que les rodea. Este hábito de cambiar de objetivos no convierte al consumidor en «irracional».
Ante un ultimátum de «únete a nosotros o sé destruido» de los reguladores federales o los legisladores, la mayoría de las empresas privadas eligen la opción «únete a nosotros».
Si la Gran Inflación Monetaria actual (que comenzó en 2011) terminará con una inflación sostenida del IPC sigue siendo una cuestión muy abierta en este momento. Los precios podrían contenerse como en los 1990, o bien podría producirse una inflación al estilo de los 1970.
Las condiciones institucionales específicas de la Gran Bretaña de 1936 hicieron que la inflación funcionara como se pretendía una vez, y no bien. La política de estímulo actual ignora por completo estos orígenes y se ha convertido en un disolvente universal para curar todos los males económicos.
The Mises Institute is a non-profit organization that exists to promote teaching and research in the Austrian School of economics, individual freedom, honest history, and international peace, in the tradition of Ludwig von Mises and Murray N. Rothbard.
Non-political, non-partisan, and non-PC, we advocate a radical shift in the intellectual climate, away from statism and toward a private property order. We believe that our foundational ideas are of permanent value, and oppose all efforts at compromise, sellout, and amalgamation of these ideas with fashionable political, cultural, and social doctrines inimical to their spirit.