China al borde de la recesión
La última vez que China entró en recesión, en 2008, Beijing inyectó estímulos masivos en la economía. Esta vez, la deuda de China —más de 50 billones de dólares— ha crecido hasta el punto de que no puede permitírselo.
La última vez que China entró en recesión, en 2008, Beijing inyectó estímulos masivos en la economía. Esta vez, la deuda de China —más de 50 billones de dólares— ha crecido hasta el punto de que no puede permitírselo.
El gobierno de los EEUU no es ajeno a la estafa a los ciudadanos, pero el último timo financiero propuesto, un fondo soberano, es una estafa con esteroides. Hay que sacarlo de su miseria antes de que nos haga miserables a los demás.
A muchos economistas de la «corriente dominante» les molesta la popularidad de propuestas políticas económicamente erróneas como los aranceles y el control de precios. Es culpa suya.
Bajar los tipos es una herramienta para rescatar al gobierno. Si se lo pones fácil a los gobiernos para que pidan prestado, lo harán encantados y seguirán imprimiendo moneda.
¿Recuerdas cuando los gobiernos progresistas prohibían las reuniones eclesiásticas pero sancionaban las orgías sexuales? Sí, ocurrió de verdad.
Pregunte a la mayoría de la gente por qué nuestra economía es avanzada, y probablemente responderán: «Tecnología». Sin embargo, los conocimientos técnicos no tienen sentido sin el desarrollo del capital, y el desarrollo del capital es imposible sin el ahorro real.
En los últimos cuatro años se han derribado o retirado varios monumentos en honor a la Confederación. Sin embargo, como hemos visto antes, el activismo que hay detrás de este movimiento no se limitará a retirar los símbolos confederados.
Cuando se habla de la situación de los sin techo en los EEUU, no suele venir a la mente Star Trek. Sin embargo, un episodio de hace unas tres décadas fue perspicaz y profético al presentar lo que sería el sinhogarismo en San Francisco.
Las mejores personas del mundo apoyan al Instituto Mises. ¿Te unirás a ellos?
Aunque Henri Bergson no orientó su capacidad intelectual hacia la política, hombres de menor rango y sin escrúpulos se apropiaron de sus ideas para promover sus propias ideologías colectivistas.