Guerra y política exterior

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Alice Salles
«¿Qué es lo que une a Republicanos y Demócratas?» Rand Paul preguntó a los periodistas. «La guerra—les encanta».
David Gordon
En este destacado estudio, Stephen Wertheim muestra que ambas opiniones que dominan la política exterior estadounidenses están equivocadas. Al hacerlo, reivindica para nuestro tiempo los méritos de una política exterior no intervencionista.
José Niño
Los Demócratas, Liz Cheney, y los Never Trumpers todavía quieren guerras interminables, y odian la aparente falta de entusiasmo de Trump para abrazar sus sueños de imperio.
Norm Singleton
El programa F-35 Joint Strike Fighter no es digno de una inversión masiva por parte del contribuyente, especialmente porque el programa no hace a los americanos más seguros.
Jacob G. Hornberger
El embargo continúa, en parte porque la situación de Cuba ha expuesto indirectamente la farsa corrupta de toda la Guerra Fría y la maquinaria corrupta del establishment de la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Ryan McMaken
En las últimas décadas, los generales en activo y los generales jubilados se han convertido en un grupo de tecnócratas políticamente influyentes a los que los medios de comunicación suelen presentar como expertos incorruptibles.
Ryan McMaken
Ya sea que se nos ordene confiar en el experto, abandonar el imperio de la ley, o venerar al gobierno por «mantenernos a salvo», el pánico del 9/11 y nuestra crisis actual tienen muchas cosas en común.
Jacob G. Hornberger
El poder omnipotente de la CIA para asesinar gente llegó a existir sin siquiera la apariencia de una enmienda constitucional. Fue aparentemente promulgada por el Congreso y luego accedida por la Corte Suprema.
James Bovard
El hecho de que Yalta pueda verse claramente como una traición es otra razón para ser cauteloso cuando los expertos y los presentadores de los programas de entrevistas se suben al carro para la próxima matanza en el extranjero.
Howard Buffett Trevor Daher
«Si [el proyecto de ley] es aprobado, la Cámara de Representantes empujará por las gargantas del pueblo americano el despótico concepto de “no razonar por qué, sino hacer y morir”».