¿Qué es el dinero? ¿Quién controla el dinero?
Mientras las clases dominantes insisten en que el dinero es lo que el gobierno diga que es, históricamente el dinero ha sido el oro. Eso no ha cambiado incluso en la era de la moneda degradada.
Mientras las clases dominantes insisten en que el dinero es lo que el gobierno diga que es, históricamente el dinero ha sido el oro. Eso no ha cambiado incluso en la era de la moneda degradada.
Paul Krugman y otros keynesianos creen que, dado que los trabajadores están desempleados durante una recesión, el gasto gubernamental para emplearlos no tiene coste. En lugar de crear riqueza, estos planes de creación de empleo la destruyen.
Los fundadores de los Estados Unidos advirtieron del peligro de enredarse en guerras extranjeras. Desgraciadamente, las élites políticas actuales pretenden expandir el imperio de EEUU, dejando muerte y destrucción a su paso.
El así llamado cambio climático es en realidad una excusa para que el gobierno haga lo que peor sabe hacer: intervenir en nuestros asuntos económicos. Aunque los esfuerzos gubernamentales no enfriarán el planeta, harán la vida más difícil a sus habitantes.
Bajo Obama y Biden, el sector bancario ha sido convertido en un arma contra las industrias que no gustan a los izquierdistas americanos. La administración Obama actuó como si sus objetivos regulatorios no merecieran el debido proceso, y el programa devastó a lo largo y ancho.
El presidente Biden declaró en su reciente discurso sobre el presupuesto que su administración proponía un presupuesto «fiscalmente responsable». Bienvenidos al País de las Maravillas.
Se tiende a culpar a los medios sociales del malestar general del discurso público. En lugar de condenar esta forma de comunicación, hay que condenar el combustible que alimenta esta conflagración: la democracia.
Los empleados gubernamentales suelen tener planes de pensiones más ventajosos que los empleados del sector privado, pero las pensiones gubernamentales están infrafinanciadas a propósito. No hay de qué preocuparse: los pagadores de impuestos se harán cargo.
Los esfuerzos gubernamentales para ampliar la «demanda agregada» implican nuevos gastos y la creación de dinero. En realidad, estas actividades destruyen riqueza en nombre de su expansión.
La línea estándar es que los impuestos forman parte de un «contrato social» que los individuos tienen con las autoridades que los gobiernan. Es hora de replantearse los términos de este supuesto acuerdo.