El censo nacional boliviano: un duro recordatorio de los peligros del poder gubernamental sin control
El sábado 23 de marzo Bolivia celebró su censo nacional, un ejercicio que constituye una rutina en la recopilación de datos en la mayoría de
El sábado 23 de marzo Bolivia celebró su censo nacional, un ejercicio que constituye una rutina en la recopilación de datos en la mayoría de
El Congreso y las cortes han destripado la Constitución para dar más poder a los perros policía. Las injusticias son masivas, pero a las autoridades no les importa.
Los defensores de las fronteras abiertas suelen señalar la supuesta apertura de las fronteras entre los distintos estados de los EUA. Sin embargo, una mirada más atenta muestra que hay muchas restricciones que la mayoría de los americanos desconocen.
El colectivismo no es una ideología peligrosa sólo por su mala economía. También es peligrosa porque sus practicantes se dan cuenta de que la única forma de aplicarla es mediante la violencia descarada, y no tienen reparos en emplearla para salirse con la suya.
Ryan, Tho y Connor O'Keeffe hablan de cómo el gobierno de EEUU ha castigado a Julian Assange por revelar los crímenes de guerra y la corrupción de América.
El próximo mes, la Corte Suprema de EEUU escuchará los argumentos sobre si las autoridades reguladoras de Nueva York pueden apuntar a la NRA simplemente por los puntos de vista políticos de la organización.
A pesar de toda la publicidad adversa sobre cómo la policía abusa regularmente de las leyes de confiscación de bienes, nadie en las fuerzas del orden se avergüenza lo suficiente como para detener este robo descarado de dinero y propiedades de personas vulnerables.
Mientras las autoridades fingen indignación por la muerte de Alexei Navalny y el encarcelamiento de Evan Gershkovich, el gobierno de EEUU intenta encarcelar a un periodista por publicar noticias realmente incriminatorias.
Bajo Obama y Biden, el sector bancario ha sido convertido en un arma contra las industrias que no gustan a los izquierdistas americanos. La administración Obama actuó como si sus objetivos regulatorios no merecieran el debido proceso, y el programa devastó a lo largo y ancho.
Aunque el «Gran Reinicio» implica una alianza impía entre gobiernos y grandes negocios, la aplicación de sus políticas es imposible sin que los bancos centrales supriman los tipos de interés. Ahora que los tipos están subiendo, la gente está comprobando de primera mano los costes reales del «Gran Reinicio».