Cómo la Fed causó la Gran Depresión de América
Los excesos de los años veinte, la recesión y la dramática caída en una profunda depresión se deben a las perturbaciones gubernamentales del proceso de mercado.
Los excesos de los años veinte, la recesión y la dramática caída en una profunda depresión se deben a las perturbaciones gubernamentales del proceso de mercado.
En una reciente entrevista con 60 Minutes, el presidente de la Fed, Jerome Powell, aseguró que el sistema bancario de EEUU es sólido. Ben Bernanke también afirmó hace casi veinte años que los mercados inmobiliarios no estaban sobreextendidos.
Las políticas que nunca han funcionado se están aplicando a un ritmo asombroso y con enormes niveles de impresión de dinero y deuda, y el gobierno culpa a cualquiera excepto a sí mismo de la escasa confianza de los consumidores y los negocios. Esto no es una economía fuerte.
2023 demostró que la política de los bancos centrales era restrictiva sólo de nombre. La política era restrictiva sólo para el sector privado, especialmente las pequeñas y medianas empresas, y las familias. La política no era restrictiva para los gobiernos.
Los gobiernos de EEUU subvencionan la inmigración a través de una serie de programas de asistencia social. El efecto de la subsidiación es predecible: se obtiene más de lo que se subvenciona. Esto es cierto para los préstamos estudiantiles, el etanol, los inmigrantes y más.
Aunque los economistas hablan del PIB como una medida legítima de la economía, una mirada más atenta nos dice que está sesgado hacia el gasto de consumo y no da una medida real del valor del capital.
El informe sobre el empleo sólo es algo de lo que presumir si la definición que uno tiene de una economía fuerte en materia de empleo es aquella en la que menos personas tienen trabajo, los empleos a tiempo completo están desapareciendo y los empleos gubernamentales son un componente cada vez mayor del crecimiento global del empleo.
En un reciente comunicado, la Reserva Federal declaró que los bancos de EEUU son «sólidos y resistentes», pero muchos mercados, incluido el inmobiliario, dan fe de una situación muy diferente.
Seguridad Social está abocada a una reducción de las prestaciones, y ninguna retórica política, ni siquiera el aumento de los impuestos, resolverá el problema. Los números no mienten.
Las élites políticas y económicas predijeron un escenario catastrófico cuando Trump fue elegido en 2016, pero la realidad de su presidencia no se acercó a la retórica apocalíptica que la acompañó.